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El amor que trasciende fronteras, entre una colombiana y un sirio

Almutash Be Laked y Jessica Díaz / Foto cortesía de la pareja




Por: Javier Jules

Al frente de un puesto de comida árabe en Bogotá, una familia conformada por una colombiana y un sirio, aseguran que el amor y el respeto por sus creencias han sido claves para entenderse y apoyarse más cuando gran parte del pueblo musulmán, también es víctima del grupo terrorista Estado Islámico.

Quienes los conocen aseguran que lo de Almutash Be Laked y Jessica Díaz, fue como lo llaman algunos, amor a primera vista.

"Queríamos formar familia los dos, la relación de nosotros no fue de noviazgo, sino de compromiso como tal", dice Jessica.

Y es que en el Islam son pocos los noviazgos y más los compromisos a través de los cuales se acercan las parejas que han decidido construir una relación.

"Ya lo que fue el 14 de marzo de 2014, mientras él estaba en Turquía, pasando por todo este problema saliendo de Siria, fue que yo pude hacer los papeles aquí en Colombia para poder casarnos", agrega la mujer.

Una relación de apoyo y comprensión

Ella termina sus estudios universitarios, él, con sus conocimientos de gastronomía, poco a poco crece en el negocio de comida Árabe. Los dos aseguran que el respeto por sus creencias es fundamental.

"Mira lo más importante es que yo estoy con mi esposa, en paz, en amor, ella está embarazada y tiene séptimo mes, ella es colombiana y ella respeta mi religión", dice el sirio.

Y es esa relación de amor lo que, según Almutash, le ha servido para soportar el tener a su familia en Siria, enfrentando las amenazas de una guerra civil.

"Yo estoy con mi esposa en una relación de respetar, de amor y gracias a Dios, mi situación es horrible, pero un abrazo con mi esposa y se me olvidó toda la dificultad", contó.

Según lo señalan todos los días, Almutash y Jessica intentan a través de las autoridades colombianas lograr un asilo para su familia, pero aún no han obtenido respuesta.

"Es una cosa muy horrible, difícil, y yo no puedo explicarlo porque es una cosa grave; dejar a mi familia en un país que tiene guerra muy fea, muy grande", expresó.

En el barrio El Pinar, ubicado en el sector de Suba, noroccidente de Bogotá, el negocio de Jessica y Almutash, es reconocido también por la amabilidad y el calor humano. Aseguran que demuestran como hoy, gran parte del mundo tiene una concepción equivocada del pueblo sirio.

"Es como decir y generalizar en Colombia que todos somos narcotraficantes, guerrilleros o matones y no podemos generalizar ese tipo de situaciones; Siria es un país que está pasando por un conflicto, una guerra civil", dice Jessica.

En enero nacerá el hijo de la colombiana Jessica Díaz y el sirio Almutash Be Laked, señalan que a pesar de profesar el Islam dejarán que él decida cuáles serán sus creencias. Por el momento señalan que lo único que tiene garantizado es el amor de una familia.