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Una forma diferente de prepararse para la muerte

Hablar del último día que estaremos en este mundo, de nuestro funeral o de un ataúd son temas que, por lo general, evitamos y preferimos ni pensar.





Hablar del último día que estaremos en este mundo, de nuestro funeral o de un ataúd son temas que, por lo general, evitamos y preferimos ni pensar. Sin embargo, no es el caso de Katie Williams, la fundadora del Club Kiwi Coffin, una comunidad de personas de la tercera edad que se encargan de diseñar y construir su propio ataúd, dándole así un sentido diferente al inevitable encuentro con la muerte.

Ubicado en Rotorua, una localidad de la isla de Nueva Zelanda,  el Club Kiwi Coffin comenzó con su fundadora, una mujer de 78 años, enfermera retirada de cuidados paliativos que durante su carrera vio a mucha gente morir.

Katie presenció a lo largo de su vida entierros impersonales y estandarizados que no representaban los últimos deseos del fallecido. Un día planteó su idea original en la Universidad para Mayores y así empezó el club, en el garaje de su casa, a principios de 2010. (Le puede interesar también: ¿Cómo prevenir un infarto?)

“Es maravilloso ver estas cajas de madera hechas para representar la vida y los intereses del propietario. Qué espléndido que podamos tener el control de nuestro último viaje”,  afirma Katie, quien no se imaginó el enorme interés que acabaría despertando en otras personas de la tercera edad.

El club ha crecido en una comunidad solidaria de aproximadamente  100 miembros.

La intención del club es “satisfacer una necesidad humana básica: recibir un poco de amor. Tantas personas mayores se sienten solas y no tienen un contacto amoroso con nadie en su vida”, cuenta Katie.

Allí se habla de la muerte, sobre todo de una manera positiva, ya que estás con las personas que quieren estar "a cargo" hasta el final de sus días.

Haber hecho su propio ataúd de una manera creativa y amorosa, les da satisfacción y felicidad a los miembros del Club. La felicidad de ser creativo.

El Club también realiza obras sociales, como las pequeñas cajas para usar en muertes fatales, las cuales son revestidas con delicados tejidos y encajes. Cada ataúd tiene un pequeño oso de peluche y se envían a las familias tristes por la pérdida.

Sala Internacional, el espacio de conversación con las curiosidades del mundo. Todos los sábados de 5:00 a 6:00 am con repetición a las 11:00 am.