Quejarse es necesario para ser feliz, según estudio

Según los últimos estudios en neurociencia, los pensamientos de una persona determinan cómo será su vida, sin embargo el optimismo extremo inculcado, y la percepción de calma actuada para asumir cualquier eventualidad de la vida, no logrará hacernos sentir realmente plenos.

Rocío Suárez, coach experta en ingeniería del comportamiento humano y neurociencia explica que "uno puede ser feliz independientemente de las circunstancias, pero en la sociedad se cree que felicidad es es estar sonriendo y contento todo el tiempo, pero no. Sí hay que hacer el duelo a ciertas emociones y sentirlas, pero no omitirlas ni reprimirlas porque esto se queda atrapado en el cuerpo y de ahí vienen las enfermedades". (Lea también: Depresión e hiperactividad en niños se puede tratar con estimulación eléctrica neuronal)

Entonces quejarse, manifestar una inconformidad y el disgusto hace parte del equilibrio del cerebro necesario para ser felices.

La forma en cómo se expresa la inconformidad es en realidad lo que debe ser tenido en cuenta para lograr que esto no afecte nuestras relaciones interpersonales y no afecte nuestro estado de ánimo.

"A veces se confunden los hechos con los juicios porque cuando hago un juicio pues me quejo. Por ejemplo, si el esposo deja unas medias tiradas en el cuarto y uno le dice "eres un desordenado" se está emitiendo un juicio. Lo que se debe pedir es que deje las medias donde debe ser", aseguró Suárez.

En el 1,2,3 del comportamiento humano para lograr la tan anhelada felicidad está la capacidad de adaptarse a las situaciones, saber definir lo que se quiere y apuntar a que todo saldrá bien, sin que esto implique reprimir sentimientos de disgusto y frustración.