Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Barcelona ganó y es líder solitario del grupo C de la Champions

Foto tomada de AFP



En nueve minutos del segundo tiempo, el Barcelona le ha dado la vuelta al partido y se ha impuesto en el complicado campo del Borussia Mönchengladbach (1-2), un equipo que no perdía en su feudo desde enero de este año tras acumular once victorias consecutivas.

En el triunfo azulgrana fue determinante el intervencionismo de Luis Enrique, que tuvo la virtud de cambiar el ritmo del partido en los primeros minutos del segundo tiempo, con la entrada de Rafinha y de Arda Turan, autor del gol del empate.

Con esta victoria, combinada con el empate que se produjo en el Celtic-Manchester City, los azulgrana son líderes en solitario con dos victorias en dos partidos a la espera de los dos próximos encuentros ante el equipo de Guardiola que servirán para dilucidar la suerte del grupo.

Tuvo que cocinar el partido a fuego lento el Barça, pese a que la propuesta del Gladbach de André Schubert era otra y buscaba una presión alta y asfixiar la zona de creación azulgrana a base de jugársela atrás en un tres contra tres.

Luis Enrique sorprendió poniendo en juego de inicio a Paco Alcácer. El exvalencianista fue la única novedad en un once en el que los otros diez eran los habituales ante las ausencias por lesión de Leo Messi y de Samuel Umtiti.

Buscó el desequilibrio el Barça con Neymar jugando muchos minutos de mediapunta y habilitando espacios para Suárez y Alcácer. El Borussia avisó pronto, en una acción dentro del área reclamada como penalti por manos de Piqué (min.3).

Tenían problemas los azulgrana en la construcción. No se sentía cómodo el equipo de Luis Enrique, pero tuvo dos ocasiones más o menos claras en los primeros once minutos.

La primera tras un centro de Alba, que Neymar remató mal, y después tras una acción de Suárez, que superó a Christensen, pero tampoco estuvo atinado en el disparo a puerta.

El Gladbach tiraba de físico, el Barça buscaba el juego combinativo. Las llegadas de los locales se produjeron tras remates lejanos de Traoré, mientras que los azulgrana tenían el balón y llegaban más sobre el área de Sommer, pese a que su fútbol no era muy fluido.

Una gran asistencia de Neymar sobre Suárez (minuto 21) no fue rematada por Alcácer y un disparo de Rakitic (23) fue despejada por el meta local.

El guión era el esperado hasta que un error de Busquets desequilibró el partido y todo se complicó para los catalanes. El mediocentro perdió en la construcción ante Dahoud, el balón llegó a Raffael, éste a Stindl y entró Thorgan Hazard para batir a Ter Stegen en la primera llegada clara de los locales en el minuto 34 (1-0).

Hasta el final del primer tiempo, los alemanes recularon sobre su área, pero el Barcelona solo llegó una vez, en un remate de Suárez en el 39. Los azulgrana estaban enredados, sin soluciones en ataque y con demasiados problemas para frenar las transiciones del Gladbach.

En los primeros minutos del segundo tiempo, Raffael, el mejor de los alemanes, se retiró por lesión y Luis Enrique movió su alineación.

Sacó del campo a Alcácer y puso a Rafinha; después a Rakitic e introdujo a Arda Turan. El partido era un monólogo del Barça, pero sin apenas ocasiones. Los catalanes se enredaban en el físico de los alemanes y no acababan de ver las líneas de pase.

Pero en esas que Busquets recuperó un balón cerca del área alemana, pasó a Neymar y el brasileño se la puso a Arda. El turco, que apenas llevaba cinco minutos sobre el terreno de juego, batió a Sommer y marcó su primer gol en la Champions con la camiseta azulgrana (1-1, min. 65).

Tras el empate, el Barça se reactivó. La inercia ya era otra. Los alemanes supieron que habían llegado hasta ese punto y los de Luis Enrique se sintieron más cómodos.

En apenas nueve minutos, los azulgrana le dieron la vuelta a la situación. A la salida de un córner, en una acción que pareció ensayada, Neymar sirvió al centro del área a Suárez, el uruguayo remató de primeras, Sommer rechazó y Piqué cazó el despeje para marcar el 1-2 (min. 74).

Arda, en el 77, pudo rematar el partido, pero su vaselina no encontró la red por la intervención de Sommer y en la recta final del partido, el Gladbach se fue hacia arriba buscando el empate, pero con más corazón que calidad.

Celtic sorprende al Manchester City

El Celtic echó mano de todo el corazón y empuje para empatar ante el todopoderoso Manchester City (3-3) en un vibrante y bello partido, con lo que impidió además que el equipo de Pep Guardiola igualase el récord de once victorias consecutivas de un equipo inglés que ostenta el Tottenham.

Herido en su orgullo por la histórica y dolorosa derrota en el Camp Nou ante el Barcelona (7-0), el Celtic salió enfurecido para éxtasis de su fervorosa afición ante un Manchester City que, con el serbio Aleksandar Kolarov en el centro de la zaga, era arrollado.

Y no tardó el campeón escocés en superar la resistencia del meta chileno Claudio Bravo. A los tres minutos un lejano lanzamiento de falta hacia el lateral derecho del área lo reenvió James Forrest al centro, remató el danés Erik Sviatchenko y lo desvió el francés Moussa Dembélé en fuera de juego.

El colegiado italiano Nicola Rizzoli dio validez al gol y sorprendentemente el Celtic se adelantaba ante un City atónito. Pep Guardiola trató de que sus hombres recompusieran la figura, que frenaran con su mayor calidad y toque la fogosidad y presión constantes de los locales.

Se encontró con el empate merced a un disparo desde fuera del área de Kolarov que fue a parar al brasileño Fernandinho, quien no perdonó ante Craig Gordon.

Era un partido enloquecedor, jugado a un ritmo más que alto, quizá demasiado para el gusto de Guardiola, en el que el Celtic, que no ganaba a un equipo inglés desde hace diez años, cuando superó por 1-0 al Manchester United, imponía su empuje.

El premio no tardó en llegar en una acción de mala fortuna de Raheem Sterling, quien introdujo el balón en su portería al tratar de tapar un centro desde la izquierda de Kieran Tierney.

Y, casi sin respiro, como en un combate de boxeo, llegó la respuesta de nuevo de los 'sky blues'. Apareció la magia del español David Silva, metió un balón preciso a Sterling, este dribló a su par y batió a Gordon.

No había pasado media hora y se habían visto cuatro goles y ataques sin desmayo en pleno frenesí, que para no ser menos se repitió tras el descanso y con el mismo orden de los factores.

Dembele completó el doblete al inicio del segundo periodo tras un fallo en el despeje de Kolarov y respondió de nuevo el City, que tras estrellarse dos veces con las paradas de Gordon encontró de nuevo las tablas al aprovechar el también español Manuel Agudo 'Nolito' un rechace del meta del Celtic a tiro del argentino Sergio 'Kun' Agüero.

La gasolina se le iba terminando a los locales. El esfuerzo había sido tremendo, extenuante. El conjunto de Guardiola ya sí que se hizo con el control del balón y con el dominio pleno ante un rival que no tuvo más remedio que retroceder y amainar en la presión.

Agüero y Fernandinho tuvieron cerca el 3-4, pero no lo consiguieron y el Celtic, con este punto en una demostración de orgullo ante uno de los grandes favoritos al título, cerró la herida del Camp Nou y evitó que el conjunto de Pep Guardiola sumara el undécimo triunfo, a la par que benefició al Barcelona sobre el papel en la lucha por la primera plaza del grupo C.

Tomado de EFE