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James Rodríguez es titular en el partido ante el Levante

James Rodríguez / Foto AFP



El Real Madrid visita el miércoles el estadio Ciudad de Valencia plagado de bajas pero sin ningún tipo de margen para dejarse sorprender por el Levante, que ha vuelto a ser colista de Primera División tras su derrota en El Madrigal ante el Villarreal.

El Levante afronta los últimos doce partidos de la temporada con el complejo objetivo de ganar al menos seis, uno más de los que ha vencido hasta ahora, para lo que no puede dejar pasar ninguna oportunidad, sobre todo en casa, donde ha ganado tres de los cuatro encuentros celebrados en el estadio Ciudad de Valencia.

El entrenador del Levante, Joan Francesc Ferrer 'Rubi' sólo tiene la baja por lesión de Pedro López, no podrá contar con el sancionado David Navarro, expulsado frente al Villarreal, y anunciará la lista de convocados tras el último entrenamiento de mañana.

Mientras, el Real Madrid llega a Valencia inmerso en una nueva crisis por su falta de motivación en Liga, sin sentir opciones de lucha y tras sumar un solo punto de los seis últimos en juego, con mala imagen en La Rosaleda ante el Málaga (1-1) y en el derbi madrileño frente al Atlético de Madrid (0-1).

La impotencia mostrada en un nuevo duelo grande, el Real Madrid no ha ganado ni un partido de la Liga ante los cinco primeros clasificados, trasladó el nerviosismo a la afición madridista que exige más a sus jugadores. Están obligados a reaccionar en Levante, donde las bajas no deben justificar el nivel.

Zinedine Zidane viaja en cuadro en defensa y con bajas en su columna vertebral de mucho valor. La plaga de ausencias defensivas empeoró cuando Sergio Ramos y Dani Carvajal recibieron en el derbi madrileño una amonestación que les obliga a cumplir ciclo. El brasileño Marcelo sufre una lesión muscular en el gemelo y todo está pendiente del portugués Pepe, recién recuperado de su fascia plantar, que jugaría sin el ritmo necesario de competición.

Cristiano Ronaldo explicó sus declaraciones y su ausencia de intención de lanzar un dardo a sus compañeros. Ahora es el momento de que, con la Liga perdida, todos respondan en el terreno de juego y saquen el orgullo con la mente ya en la tabla de salvación, la Liga de Campeones.




EFE