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Colombia debe prepararse para importar gas en 2017 si no hay nuevos hallazgos



Un nuevo campanazo de alerta emitió la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) porque el país se acerca cada vez más a la importación de gas.

Así lo señala en un análisis el presidente del gremio, Francisco José Lloreda, quien sostiene que "el país se está preparando para importar gas natural en 2017 o en los años siguientes si no se encuentran nuevos recursos".

Según Lloreda, "si bien se ha mencionado que no será problema e incluso que el gas importado -luego de ser licuado, transportado y regasificado- podría ser menos costoso que el producido en Colombia, esto claramente no es correcto y busca redireccionar la discusión hacia el precio actual al productor, cuando es solo parte de una cadena con varios agentes intermediarios y, sin duda, no la causa raíz del problema".

Para el dirigente gremial la seguridad energética es un asunto de seguridad nacional en muchos países, "pero en el país no parece apreciarse de igual manera".

Señala que en el país "vivimos confiados en la generación hidráulica, que produce el 70 por ciento de la electricidad y solo cuando hay amenaza de apagón se entiende la vulnerabilidad del sistema energético; se estuvo al borde de un racionamiento por falta de gas para la generación térmica y fue gracias al esfuerzo de las compañías productoras de gas que se logró evitar y con ello no depender de la importación de gas desde Venezuela, a cualquier precio".

Afirmó además que "no tiene lógica importar petróleo y gas cuando el país tiene los recursos bajo tierra. Lo sensato es hacer uso de ese potencial, extraerlo de forma responsable y sacarle el mayor provecho, pensando en el costo para el consumidor final y en el aporte del sector a las finanzas públicas, al desarrollo económico y, como se indicó, a la seguridad energética".

Para Lloreda, lo preocupante de la situación descrita es que la caída en la producción y en las reservas probadas de petróleo y gas no obedece principalmente a los menores precios internacionales.

La actividad de sísmica y de pozos exploratorios, así como el volumen de pozos de desarrollo, ya venían disminuyendo desde 2012.

Por tanto, analizó el directivo, la caída en los precios lo que hizo fue precipitar y acrecentar el impacto de la crisis del sector en Colombia.