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Contraloría encontró sobrecostos superiores al 200% en compra de alimentación para programa escolar en sur del país

Foto cortesía Contraloría



La Contraloría General de la República encontró hallazgos fiscales que presuntamente involucran al suspendido Gobernador del Amazonas, Manuel Antonio Carebilla Cuéllar, a su Secretaria de Educación, Betsy Mireya Londoño, y a la contratista Dora Liliana Cuéllar Cuéllar, por un contrato de alimentación para estudiantes de internados de Leticia y Puerto Nariño.

Entre las irregularidades se detectaron sobrecostos superiores a los $297 millones de pesos, que incluyen el pago de $900 por unidad de huevo de gallina.

También hubo sobrecostos del 200% en la compra de pasta para sopa (por 500 gramos), que se consigue en $1.460 en el mercado y se pagó a $5.050.

El contrato tenía por objeto el “suministro de víveres para los internados de los sectores ubicados en los ríos Amazonas, Putumayo y Caquetá, a cargo de la Secretaría de Educación Departamental”.

Según informó el organismo, "gracias a las denuncias ciudadanas recibidas, la Gerencia Departamental de la Contraloría en el Amazonas auditó el Contrato No. 0216 de 2016, suscrito por el suspendido Gobernador del departamento, Manuel Antonio Carebilla Cuéllar, con Dora Liliana Cuéllar Cuéllar, para el suministro de víveres a los estudiantes internados en las Instituciones Educativas ubicadas en los sectores de los ríos Amazonas, Putumayo y Caquetá".

La Contraloría descubrió que la contratista habría sido seleccionada bajo la modalidad de Único Oferente, un contrato suscrito por un plazo inicial de 6 meses, sujeto al calendario escolar, y por más de $3.340 millones, de la vigencia fiscal 2016.

Sobrecostos injustificados


La Contraloría estableció además la existencia de graves irregularidades en la estructuración de los estudios y documentos previos que sirvieron de base para el cálculo del valor del contrato, y que dieron lugar al pago de sobrecostos en varios de los ítems contratados.

Para el suministro del Internado de Tarapacá, por ejemplo, "se pactó el pago de $900 pesos por unidad de huevo de gallina rojo, cuando en los supermercados de la región se consigue la unidad en $425 pesos, y hasta en menos ($350), si se tiene en cuenta que el distribuidor no compra por unidad, sino al por mayor. Los sobrecostos, en sólo huevos, fueron de más del 55%", recalcó la Contraloría.

Incluso, en una de las Instituciones Educativas se compraron 6 mil huevos.

También la panela en caja por 40 unidades, que a precios de mercado se consigue en la región en $38 mil pesos, la compró el Gobernador a la contratista en $65.200 pesos, lo que representa un sobrecosto de por lo menos el 50%

"El kilo de zanahoria, que en los mercados del Amazonas se consigue en $4.400 pesos, se compró a $7.525, con igual sobreprecio del 50%. La avena molida por 250g., con un costo de $1.930, se pagó a $4.425 (más del 100% de sobrecosto). La pasta para sopa por 500g., con un precio de $1.460 en el mercado, se pagó a $5.050 (más del 200% de sobrecosto)".

El equipo auditor del organismo recaudó la información sobre las condiciones del mercado en los municipios de Leticia y Puerto Nariño, recolectando no sólo información proveniente de los proveedores que operan en dichas entidades territoriales, sino que obtuvo también un informe rendido por las respectivas Alcaldías, que registran específicamente los precios de mercado y los costos indirectos relacionados con los víveres a suministrar.

Es decir, los sobrecostos y el respectivo daño patrimonial, se calcularon teniendo en cuenta no sólo los valores de mercado, sino igualmente los costos indirectos propios de la labor de distribución y suministro, y aun así la Gobernación no pudo justificar los precios pagados.