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El "corrientazo" es más pequeño y variado por culpa de "El Niño"

Foto: Ingimage


Por: Juan Pablo Vega B

El Fenómeno de El Niño afectó los precios de algunos productos de la canasta familiar, y como consecuencia, también ha afectado el llamado corrientazo, en los restaurantes bogotanos.

Un reciente estudio de Fenalco Bogotá arrojó que por cuenta del aumento de en los precios, los restaurantes se han valido de distintos recursos para afectar lo menos posible el bolsillo de sus clientes.

El director de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego, señaló que “lo que están los restaurantes es valiéndose de todas las opciones que tienen para no transferir el aumento de precios a los consumidores”.

Esta información la corroboramos con dueños de distintos restaurantes en la capital del país, quienes admitieron que han tenido que subirle a los almuerzos, pero moderadamente, para que sus clientes no se vayan.

Son varios los restaurantes que subieron en promedio 500 pesos a sus menús, aunque entienden que su mercado no tolera alzas mayores.

“Al menú corriente le subimos 200 pesos, al ejecutivo le subimos 500 pesos, porque sabemos que nuestros clientes son estudiantes y tienen un presupuesto limitado”, dijo uno de los trabajadores de un local de comidas en un sector universitario.

Otras opiniones recogidas por trabajadores de este sector explicaron que “no le podemos subir al precio porque entonces los clientes se van para otro lado, eso dan vueltas cuadras por buscar un almuercito más económico”

Los propietarios revelaron además que han disminuido las porciones de sus platos y variado el menú, sacando los productos que han tenido mayores aumentos de precio, por lo que no se han afectado por las altas temperaturas.

“No hemos podido manejar la papa criolla, la mazorca, por el alto costo y esos productos son irremplazables. En cuanto a la papa, toca manejarla obligada, al menos en el desayuno, pero en el almuerzo nos ha quedado imposible”, dice uno de los cocineros que ha tenido que cambiar su menú para ajustarse a los precios.

Otros, en cambio, han sacrificado la calidad de la carne, “por una que se pueda cocinar o sudar, hamburguesas o albóndigas con una carne más barata”.
Además de esto, también se han visto afectadas las porciones de verduras y de fruta, que también subieron de precio.

Estas medidas de los restaurantes buscan, de acuerdo con sus dueños, que los clientes dejen de comprar y entre al popular “cartel de la coca”, como denominan a quienes cargan su almuerzo en recipientes desde la casa.