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Bogotá se rindió ante los Rolling Stones en su visita a Colombia

Rolling Stones en Bogotá. Foto: Fernando Posada/RCN Radio



Por: Fernando Posada

En la lista de las bandas que han visitado Colombia, la ausencia de los Rolling Stones era sin duda la más notable y este tema se prestó para mucha especulación por parte del público colombiano. Sus fanáticos en muchas ocasiones viajaban a otros países para verlos en concierto y muchos alcanzaron a considerar que nunca llegarían a pisar un escenario colombiano.

No fue una coincidencia que luego de anunciar el esperado concierto de la banda inglesa en Bogotá, la mayoría de los boletos se agotaran en pocas horas. Para finales del 2015, la visita de los Rolling Stones era uno de los eventos más esperados por el público y las entradas eran revendidas en internet por precios muy superiores a los originales, que de por sí ya eran costosos.

Luego de su paso por Chile, Argentina Brasil y Perú, en medio de una gira aplaudida por la crítica, los Stones tenían su compromiso histórico con Bogotá. La banda conformada por el vocalista Mick Jagger, los guitarristas Keith Richards y Ronnie Wood, y el baterista Charlie Watts, aterrizó en Colombia antes de lo esperado. Su avión privado, proveniente de la ciudad de Lima llegó en horas de la noche del lunes 7 de marzo y muy pocos fanáticos alcanzaron a enterarse de la visita de sus ídolos.

Sin embargo, la presencia de varios de los miembros de la banda en distintos puntos de interés de Bogotá causó euforia entre el público, que ya contaba las horas para verlos en vivo. Muchos de los detalles sobre su estadía y sus destinos dentro la ciudad permanecieron como un misterio total, lo que les permitió desarrollar sus actividades bajo una relativa privacidad.

Luego de que el público colombiano conociera con total sorpresa los videos grabados por algunos fanáticos y curiosos afortunados, que mostraban a Jagger y a Wood visitando algunos puntos de Bogotá, llegó el día del concierto.

En medio de una semana lluviosa, los pronósticos climáticos coincidían en que tal vez, durante la jornada del jueves 10 de marzo, algunas gotas de agua cayeran sobre Bogotá. Y aunque la mañana inició soleada, poco después del medio día la lluvia comenzó a caer. Poco a poco, la cantidad de agua se hacía mayor.

Los fanáticos que habían llegado en la mañana a iniciar la fila, en busca de un puesto cerca a la tarima, rápidamente sufrían las consecuencias del clima. Incluso estando empapados por la lluvia y desgastados por la larga espera al aire libre, mostraban la emoción que les producía ver por primera vez en Colombia a los Rolling Stones. Muchos de ellos habían viajado desde países vecinos, como Ecuador y Venezuela, así como también de regiones de todo Colombia.

Hacia las cuatro de la tarde, la lluvia se había convertido en granizo y en relámpagos, y las camisetas con logos de la banda estaban casi todas cubiertas por plásticos comprados por los espectadores en la fila. Sin embargo, la apertura de las puertas del estadio le mejoró los ánimos a los asistentes, mientras que la hora del show principal cada vez estaba más cerca.

La agrupación colombiana Diamante Eléctrico, encargada de abrir el concierto, salió a la tarima pocos minutos después de que anocheciera. El aguacero lentamente se terminaba y el calor del tumulto le hacía frente a la fría jornada. La actuación de la banda telonera fue aplaudida y elogiada por el público, que le reconoció su experimentación musical con ritmos de rock.

Pocos minutos antes de las 8:30 de la noche, luego de una larga espera por parte de los asistentes del concierto, el grupo inglés salió a la tarima ovacionado por un público que llevaba más de cincuenta años esperando para verlos en vivo. La guitarra de Keith Richards dio inicio a la faena, con las notas iniciales de la canción ‘Jumpin’ Jack Flash’, uno de los himnos de la banda. Inmediatamente el público olvidó la lluvia que más temprano los había acechado y el cansancio provocado por las largas horas de fila, para empezar a saltar al compás de la batería de Charlie Watts.

El enérgico Mick Jagger, en medio de bailes y movimientos a lo largo de la tarima, saludó a los bogotanos y pronunció varias frases en español a lo largo de la noche. Incluso, utilizó el término ‘rolos’ para referirse a los bogotanos.

Luego de reconocer que nunca antes habían tocado en el país, Jagger bromeó y contó que estaba sufriendo de ‘guayabo’, luego de probar el aguardiente. El público respondió con aplausos y risas.

“Nosotros siempre hemos apoyado la economía colombiana”, dijo Mick Jagger. “Ronnie toma ocho tazas diarias de café colombiano”, precisó el vocalista, aclarando que no se refería al tráfico y consumo de drogas, un tema frente al cual nunca han sido ajenos.

Poco después de interpretar la canción ‘Dead Flowers’, que había sido elegida por los usuarios de redes sociales para ser tocada en Colombia, Jagger anunció que tenía una sorpresa para el público, junto con un “amigo” de la banda. En ese instante, el cantante colombiano Juanes subió a la tarima, para interpretar junto con los Stones el clásico ‘Beast of Burden’, grabado en la producción ‘Some Girls’ de 1978.

Además de cantar la canción con Jagger, Juanes se enfrentó en un duelo de guitarras con Ronnie Wood y Keith Richards, y fue despedido de manera eufórica por parte del público.

La noche contó con varios matices, incluyendo la melancólica e impecable interpretación de Keith Richards del blues acústico ‘You got the silver’. También, Mick Jagger le dedicó la canción ‘Wild Horses’ al público “romántico”. La canción ‘Midnight Rambler’ fue el escenario para una emocionante improvisación vocal por parte de Jagger y los coristas de la banda.

Luego de interpretar la canción ‘Brown Sugar’, los Rolling Stones se despidieron del público bogotano y abandonaron la tarima. Sin embargo, pocos minutos después, el coro de la Universidad Javeriana salió al escenario, entonando la canción ‘You Can’t Always Get What You Want’. Jagger y Keith regresaron a la tarima con sus guitarras para unirse al ensamble vocal, seguidos por el resto de sus compañeros, protagonizando uno de los momentos más emotivos de toda la noche, en el cual Jagger turnaba con el público la entonación de los coros.

Para hacer oficial el final del concierto, Keith Richards pulsó las notas iniciales de ‘Satisfaction’, su más famosa canción y uno de los 'riffs' de guitarra más populares de la historia. En el momento en que Charlie Watts hizo la enérgica entrada de la batería, todo el Estadio El Campín saltó al mismo tiempo que Jagger, quien se despidió del público mientras cantaba la icónica canción.

“Gracias Bogotá, gracias Colombia”, gritó Mick Jagger antes de que el concierto terminara, en medio de fuegos artificiales.

El repertorio interpretado por los Rolling Stones, junto con el impecable desempeño de la banda, dejó claro que a pesar de la edad de sus miembros, que rondan entre los 68 y 73 años, están lejos de ser un atractivo de museo en la historia de la música.

Hay quienes sostienen que los Rolling Stones son el mejor show de rock en el mundo. Y aunque esa clasificación resulta bastante subjetiva, dejaron claro en Bogotá que cada día son un referente más relevante en el marco de la música popular y que en todos estos años que estuvieron ausentes en el país, sus cualidades como banda no se perdieron ni en lo más mínimo.

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