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Brasileña Dorrit Harazim ganó el premio a la Excelencia GGM 2015

Premio Gabo/Cortesía FNPI



La reportera y editora de Brasil, fue reconocida en esta categoría de los premios Gabriel García Márquez 2015.



La periodista, de 50 años de experiencia, ha realizado cubrimientos de las guerras de Vietnam y Camboya, el golpe contra el Gobierno e Salvador Allende en Chile, el atentado a las Torres Gemelas, cuatro elecciones presidenciales en Estados Unidos y ocho Olimpiadas, entre otros.

"El Reconocimiento a la Excelencia se concede anualmente a un periodista de reconocida, independencia, integridad y compromiso con los ideales del servicio publico del periodismo, que merece ser destacado y puesto como ejemplo por el conjunto de su trayectoria y aporte excepcional a la búsqueda de la verdad y el avance del periodismo", resaltó la Fundación para el Nuevo Periodiosmo Iberoamericano.

El anuncio se conoció en Sao Paulo, en el centro Cultural Itaú, donde la ganadora respondió las preguntas de la prensa.

Durante la entrega del premio a la Excelencia, también se reconocerá los mejores trabajadores de cuatro categorías del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo.

1.645 trabajos de 31 países se inscribieron, en la categoría Texto se inscribieron 819 propuestas; en Cobertura, 337; en Imagen, 287 y en Innovación 202 trabajos.

Los trabajos serán sometidos a una ronda técnica, en la que se revisarán los requisitos de la convocatoria. Los preseleccionados, serán evaluados por un grupo de jurados en una primera ronda.

Colombia fue el país con más postulaciones, 432, seguido de Brasil (236), México (226), Argentina (183), España (151), Perú (57), Venezuela (55), Chile (50) y Ecuador (33).

En la segunda etapa, otro grupo de jurados revisará las propuestas y seleccionará los mejores. Finalmente, los trabajos serán evaluados en Cartagena, donde se elegirá a la selección final, conformada por los diez mejores trabajos de cada categoría, que incluye al ganador.

Acta Fallo de la categoría Excelencia, 3ª. Edición, 2015:

Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI)


         Premio Gabriel García Márquez de Periodismo


     Acta y declaración del Consejo Rector


           Fallo de la categoría Excelencia, 3ª. Edición, 2015


Los días 16 y 17 de marzo de 2015 se reunieron en Cartagena, Colombia, los miembros del Consejo Rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo para deliberar y adjudicar la Categoría de Excelencia que se entregará en Medellín, Colombia, el miércoles 30 de septiembre de 2015. Participaron personalmente en la reunión: Germán Rey, Mónica González, Héctor Feliciano, Héctor Abad Faciolince, Martín Caparrós, Carlos Fernando Chamorro, Joaquín Estefanía y Sergio Ramírez. Participaron mediante comunicación de voz y texto en línea: Jean-François Fogel, María Teresa Ronderos, Jon Lee Anderson y Rosental Alves.

Las razones que motivaron al Consejo Rector a otorgar este galardón de manera unánime se expresan en la siguiente semblanza biográfica, que hace parte integral de la presente acta y justifican ampliamente la elección como ganadora de la periodista:

Dorrit Harazim (Brasil)


Reportera y editora


Dorrit Harazim es brasileña nacida en Croacia, tiene 72 años y en 2016 va a cumplir 50 años de una brillante e inspiradora carrera periodística. Harazim empezó su carrera como periodista en Paris, en 1966,cuando entró a trabajar como investigadora de la revista francesa, L’Express. En 1968, Mino Carta la invitó a participar en la creación de la revista semanal de noticias Veja, que en las décadas posteriores se convirtió en un referente del periodismo narrativo brasileño y continental, con una circulación de más de un millón de ejemplares. Durante sus años en Veja, Dorrit fue reportera, editora y jefe de redacción. Pese a su lugar de nacimiento y a que su primera experiencia como periodista hubiera sido en francés, muchos de quienes tienen el gusto de leerla en su idioma original no dudan en afirmar que Dorrit escribe el mejor portugués de Brasil.

Quienes conocen a Harazim tienen la impresión de que ella podría hacer cualquier cosa que se proponga en cualquier parte del mundo. Es dulce y firme al mismo tiempo, generosa y exigente. No solo participó en la fundación de la revista más célebre del periodismo brasileño, sino que en esa y en otras empresas ha sido reportera rasa, editora y editora jefe. Así, pues, es capaz de dirigir, y además, lo cual a veces es más complejo, también capaz de ser dirigida. Cuando no es su talento el que consigue un gran reportaje, entonces lo consigue con su constancia. Dorrit Harazim no suelta la presa cuando encuentra una historia y es capaz de perseguir un mismo asunto durante diez años o más.

En la década de los 70, Dorrit trabajó en la Editora Abril en Nueva York, en donde ejerció una posición administrativa. Posteriormente pasó al Jornal do Brasil, donde dirigió un equipo de corresponsales y ya era conocida en el país como la “gran editora internacional”. Así lo recuerda Rosental Alves, que la conoció en el año 79 cuando entró como corresponsal en Madrid a ser parte del equipo que ella lideraba. Durante esa década, Dorrit recibió 11 premios de periodismo por trabajos en la cobertura de temas como la Guerra de Vietnam y la primera “Guerra del petróleo” de Emiratos Árabes en 1972. Un trabajo memorable para Rosental fue el que Dorrit realizó durante el golpe de Estado de 1973 en Chile. Ese 11 de septiembre, Dorrit estaba en Santiago y, desde un edificio frente al Palacio de gobierno, fue testigo del bombardeo aéreo al Palacio de la Moneda.

Veintiocho años después, Dorrit también participó de la cobertura a los atentados terroristasde otro trágico 11 de septiembre, en Estados Unidos, en 2001. En todas esos grandes eventos, como en las cuatro elecciones presidenciales de Estados Unidos que cubrió, Dorrit siempre busca y encuentra ángulos, detalles, aspectos que otros periodistas dejan pasar. Esta es, por cierto, una de las lecciones en que Gabriel García Márquez insistía siempre durante sus talleres en la FNPI.

Otra de las grandes virtudes de Dorrit como periodista es su gran versatilidad. Escribe con la misma destreza sobre deportes olímpicos, sobre política internacional (este es el tema de su actual columna fija en O Globo), o sobre cárceles femeninas (que era el tema de uno de sus reportajes más premiados en la revista Veja). Sus textos, armados con gran seriedad y acopio preciso de datos, están impregnados de un humor siempre mordaz. En este sentido ella fue durante años la persona encargada de responder, siempre en un tono risueño e irónico, las cartas enviadas a la redacción en la revista Piauí.

Recientemente, en su columna en el periódico O Globo, de Rio de Janeiro, mientras toda la prensa se concentraba en el día a día de las protestas en la ciudad de Ferguson, en Estados Unidos, Dorrit buscaba el contexto para explicar Ferguson con una cita del discurso del presidente Obama en la conmemoración de la marcha de Selma, 50 años antes, y en el que se refería a Amelia Boyton, de 104 años, quien estaba al lado de Obama: “Boyton es una activista cuyo cuerpo inerte y martirizado es una de las fotos obligatorias en la iconografía de la época. Los caballos fueron más humanos que las tropas”.

El año entrante, cuando nuestra premiada cumpla medio siglo de actividad periodística, Dorrit Harazim va a celebrar también su décima Olimpíada. Desde los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú hasta Londres 2012, Dorrit ha trabajado en la cobertura de todas las Olimpiadas, siempre demostrando una gran sensibilidad de reportera y de escritora para ir mucho más allá de la rutina de la contabilidad de medallas y del noticiero deportivo tradicional. Dorrit tiene una rara capacidad para describir en palabras los exactos movimientos de un atleta, como en lo hizo en el inicio de una crónica sobre la brasileña Fabiana Murer, publicada en junio de 2012 en la revista Piauí: 

“Intente levantar una vara de más de cuatro metros y medio de extensión, empuñándola por apenas una de las extremidades. Después manténgala apuntada hacia arriba en línea recta en relación al cuerpo, sin mecerla. En esa posición, empiece una carrera de 37 metros en dieciocho pasos, levantando la rodilla a 90 grados del piso. Al alternar cada paso, mantenga su espalda, muslo y tibia en ángulo recto, casi como el respaldo, el asiento y las patas de una silla. Todo eso a una velocidad de más de 8 metros por segundo y con la maldita vara sostenida encima de la cabeza. Durante la carrera empiece a apuntar hacia un anclaje de acero situado al final de la pista. Métala como si fuera una lanza, con precisión. Quien ejecuta esos movimientos, simplificados de forma casi obscena en la descripción anterior, habrá superado apenas la parte inicial de la prueba tal vez más compleja y bella del atletismo: el salto con garrocha.”

Esa capacidad narrativa de transportar el lector hacia minuciosos, interesantes y generalmente ignorados detalles de algo tan rápido como un salto olímpico fue una constante en los textos de Dorrit para la revista Piauí, donde ella trabajó como editora y reportera hasta muy recientemente. Allí Dorrit dejó la marca de su estilo en una apuesta por el periodismo narrativo de largo aliento que se reconoce tanto en Brasil como en América Latina por la calidad literaria de su trabajo.

Actualmente, Dorrit escribe una columna para el diario O Globo de Rio de Janeiro y se dedica a otros proyectos periodísticos y documentales. Durante los últimos años, Dorrit ha escrito, por ejemplo, libretos de documentales, como “A Família Braz” dirigido por ella y Arthur Fontes; y “Passageiros” dirigido por ella e Izabel Jaguaribe.

Con estas y muchas otras virtudes humanas y periodísticas, Dorrit Harazim se destaca en todo caso por su discreción y modestia. Se resiste a la autopromoción y participa muy poco en fiestas, homenajes y actos de premiación. Dorrit es una gloria del periodismo brasilero, y sus colegas lo saben bien, pero Dorrit es una gloria discreta. Exactamente el tipo de periodista y de periodismo que aspiramos a exaltar y a proponer como ejemplo con el premio de excelencia instituido a la memoria del fundador de la FNPI, Gabriel García Márquez.