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Comenzó la cumbre del clima COP23 con imperativos climáticos y diferencias políticas

Foto AFP


El presidente de la 23ª Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático pidió una "acción urgente" y "mantener el rumbo fijado en París" en 2015, al inaugurar la reunión que se celebra en Bonn entre importantes divergencias políticas.


"Nuestra petición colectiva es que se mantenga el rumbo fijado en París" con el acuerdo adoptado a fines de 2015 contra el calentamiento global, declaró el primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, en la ceremonia de apertura de la COP23.


La reunión, prevista hasta el 17 de noviembre en la sede de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reúne a los representantes de casi 200 países, incluido Estados Unidos cuya presidente Donald Trump dijo que retiraba a su país del acuerdo.


"La necesidad de acción urgente es evidente. Nuestro mundo sufre acontecimientos extremos provocados por el cambio climático. Nuestra responsabilidad como dirigentes es responder a este sufrimiento, no debemos decepcionar a nuestros pueblos", dijo Bainimarama.


"Tenemos que hacer más", afirmó por su parte el presidente de la COP22, el marroquí Salaheddine Mezouar, al pasarle el testigo.


Tras la apertura de la COP23, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) difundió en Bonn un informe que señala que 2017 será el año más cálido registrado en ausencia del fenómeno meteorológico El Niño desde el inicio de los registros.


"Los tres últimos años son los más cálidos que se hayan registrado nunca y se inscriben en la tendencia del calentamiento a largo plazo del planeta", subrayó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en un comunicado.


A pesar de la posición de Trump, el viernes, el gobierno de Estados Unidos afirmó en un informe científico, conocido como Cuarta Evaluación Nacional sobre el Clima, que el cambio climático es causado por la actividad humana.


"Este período es ahora el más caluroso de la historia de la civilización moderna", constata el informe.


Poco antes, un informe de la ONU había advertido sobre la "diferencia catastrófica" entre acciones y necesidades al cabo de un año marcado por desastres de gran amplitud, como Irma, el huracán más potente registrado hasta ahora en el Atlántico.


"Debemos preservar el consenso mundial a favor de una acción fuerte" contra el calentamiento, dijo Frank Bainimarama.


"Somos vulnerables y debemos hacer algo", insistió el dirigente, acompañado por la responsable del clima de la ONU Patricia Espinosa y del presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), Hoesung Lee.


Por primera vez una COP será presidida por un pequeño país insular, uno de los más amenazados y más implicados en este combate.



Grandes desafíos


En 2015 en París, los países que firmaron el acuerdo presentaron sus objetivos de reducción de gases con efecto invernadero, para contener el calentamiento en menos de 2ºC respecto a la era preindustrial, que resultan ser insuficientes.


El objetivo ahora es incitar a los países a revisar sus ambiciones. La primera etapa será lanzar en Bonn "un diálogo" de un año, sobre las acciones realizadas y las futuras iniciativas.


La otra misión concreta será avanzar en las reglas de aplicación del Acuerdo de París, una fase técnica y eminentemente política: cómo los países dan cuenta de sus acciones, qué seguimiento para la ayuda financiera prometida por los países más desarrollados...


A estos se suma la incógnita que genera Estados Unidos. Washington, que quiere salir del acuerdo, algo que recién podrá concretar en 2020, reafirmó su intención de participar en los debates con la idea de "proteger los intereses" nacionales.


"Esta COP es muy importante, ya que los desafíos están en lo más alto: debemos ver no sólo si los Estados hacen lo que prometieron sino también comprometerse a más", dijo Andrew Steer, del World Resources Institue, con sede en Washington.


Lo realizado, como los esfuerzos de China o el desarrollo de las energías renovables, "es alentador", consideró. "El único problema es que no va lo suficientemente rápido".


Se espera en Bonn la participación de unas 20.000 personas, entre jefes de Estado y Gobierno, como la alemana Angela Merkel o el francés Emmanuel Macron, activistas, científicos o responsables regionales o empresariales.


La conferencia tendrá una zona de negociaciones y otra de exposición de soluciones concretas.


Por AFP