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El papa Francisco prepara su viaje a Cuba y Estados Unidos

Foto AFP



El papa Francisco prepara el viaje más relevante de su pontificado, que dentro de dos semanas lo llevará de la plaza de la Revolución de La Habana, al Congreso de Estados Unidos y la ONU.

El pontífice argentino aprovechó el receso de verano para ajustar sus discursos, y en particular el que pronunciará ante los congresistas norteamericanos, no todos favorables al acercamiento con Cuba.

Su estadía en Cuba será de tres días, del 19-22 de septiembre. En la isla caribeña se espera un recibimiento caluroso, dado que el régimen  está muy agradecido con el papel desempeñado por el santo padre en la reconciliación con Estados Unidos.

Después de haber recibido a Juan Pablo II y a Benedicto XVI, los cubanos darán la bienvenida al papa argentino, que les hablará de reconciliación en La Habana, Holguín y Santiago.

En Estados Unidos en cambio, la llegada de Francisco suscita reacciones muy diversas.

Parte de la clase política estadounidense podría reservarle un recibimiento frío, para empezar porque Jorge Bergoglio ha elegido visitar La Habana antes que Washington, cuando el Congreso todavía no ha levantado el embargo a Cuba.

Además, algunos en Estados Unidos lo ven como un "marxista", por su encíclica "Laudato si" sobre la defensa del medioambiente, y sus discursos virulentos en su reciente gira sudamericana contra el ultraliberalismo económico, la finanza ciega y la explotación desenfrenada de los recursos naturales por parte de las multinacionales.

Francisco será el primer papa en expresarse ante el Congreso de Estados Unidos. Allí se espera que haga un alegato firme sobre la responsabilidad de Washington para limitar la contaminación, y en favor de una transición de las energías fósiles a las energías renovables.

Finalmente, en la ONU, Francisco tendrá la ocasión de desarrollar todo su programa social y ecológico contra "la cultura del descarte" y la "globalización de la indiferencia".

El papa cuenta con la simpatía del 87% de los católicos estadounidenses, y del 66% de los ciudadanos de este país, según un sondeo.

Pero no tiene tanto aprecio entre algunos obispos estadounidenses, que lamentan su falta de apoyo en su línea dura contra la administración Obama a propósito del aborto, la anticoncepción y el matrimonio homosexual.

Por: AFP