Encuentran con vida a familia estadounidense desaparecida en el norte de Brasil

La familia estadounidense que estaba desaparecida en el norte de Brasil fue encontrada con vida este miércoles, tres días después de que se perdiera su rastro durante el asalto de unos piratas a la embarcación en la que viajaban en el estado amazónico de Pará, informaron las autoridades.

En una foto divulgada por la Secretaría de Seguridad de Pará se ve a Adam Harris Hateau, de 39 años, junto a su mujer Emily, de 37, y sus dos niñas de 3 y 7 años acompañados por un miembro de la policía y varios vecinos de la agreste región del río Furo Grande, donde habían desaparecido el domingo.

Por el momento, las autoridades no dieron más detalles del rescate.

La pista de esta familia de viajeros con residencia temporal en Florianópolis (sur) se había perdido el domingo sobre las 19H00 locales (22H00 GMT) a la altura del municipio de Breves, cuando unos ladrones atacaron la balsa en la que se desplazaban desde Belén hacia Macapá.

La embarcación y su remolcador fueron entonces llevados hacia un área conocida como Porto dos Días mientras los piratas consumaban el robo antes de marcharse, informó más temprano la Secretaría de Seguridad en una nota.

Pero al llegar a la balsa, los agentes ya no encontraron a la familia estadounidense junto al resto de pasajeros.

Varios equipos de la policía, con apoyo de un helicóptero, rastreaban desde entonces esta zona a unos 220 kilómetros al noroeste de Belén, al tiempo que se buscaban pistas sobre los desaparecidos tanto en Florianópolis como en Estados Unidos.

Según los medios brasileños, el matrimonio lleva viajando por el continente desde 2012, cuando salió desde California con la intención de llegar hasta Tierra de Fuego. Tras cinco meses en la carretera, decidieron alargar la aventura que documentaban en un blog y que ya les había llevado a más de 14 países, según el diario O Globo.

Este es el segundo incidente que implica a turistas extranjeros que registra el selvático norte de Brasil en los últimos meses, después de que una británica que descendía el Amazonas en kayak fuera asesinada el pasado septiembre.

AFP