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Los humanos alteran la química de la tierra desde la tumba, advierten científicos

Foto Cortesía Los Olivos


Los seres humanos no sólo dejan su huella en la naturaleza cuando están vivos, sino también después de muertos, puesto que los cuerpos en descomposición alteran la química del suelo, advirtió un grupo de científicos.


Nuestros cadáveres, enterrados o incinerados, filtran hierro, cinc, azufre, calcio y fósforo al suelo. Son nutrientes esenciales, pero las prácticas funerarias humanas implican que estos elementos se concentren en cementerios, en vez de repartirse en la naturaleza de manera uniforme, según este nuevo estudio.


Esto significa que, en algunos lugares, puede haber demasiados nutrientes para las plantas y los animales, mientras que en otros no hay suficientes.


Los cuerpos humanos contienen, además, elementos nefastos como el mercurio presente en los empastes dentales.


Los efectos se notarán cada vez más a medida que se entierren más cadáveres. "Lo que hacemos hoy con nuestros fallecidos afectará al medioambiente durante mucho, mucho tiempo",  dice el estudio.


"Quizá no sea un problema desde nuestra perspectiva actual, pero con la creciente población mundial podría convertirse en un problema apremiante en el futuro", agrega.


Si no hubiera cementerios, los restos humanos, al igual que los animales, se distribuirían de forma aleatoria, y los nutrientes que liberan podrían ser reutilizados "una y otra vez, en todas partes", dicen los investigadores.


Pero concentrarlos en determinados lugares "es algo que puede considerarse como antinatural. Es un impacto humano, estamos cambiando los niveles naturales", aseguró.


Ahora la pregunta es la siguiente: "¿Podemos encontrar una mejor idea para repartir esos elementos necesarios en espacios más amplios?".


RCN Radio con AFP