Maduro y opositores se medirán en las urnas en plebiscito contra Constituyente

La oposición venezolana dejó listo este sábado el operativo del plebiscito simbólico que realizará el domingo contra el presidente Nicolás Maduro y su proyecto de Asamblea Constituyente, al cumplirse tres meses y medio de violentas protestas contra el mandatario.

"Ya está todo listo. Mañana el país no solo rechazará la Constituyente, dará un mandato que es exigir el cambio de régimen, la salida de la dictadura", expresó este sábado a la AFP la dirigente María Corina Machado.

Dirigiéndose al gobierno, el líder opositor Henrique Capriles señaló que, "todavía hay tiempo para que cancelen una Constituyente que no quiere nadie".

Los opositores confían en que la consulta, que no es legalmente vinculante, "mostrará al mundo" que la mayoría se opone a la iniciativa de Maduro para reformar la Constitución. A su juicio, es un "fraude" para amarrarlo al poder.

Según la encuestadora Datanálisis, siete de cada diez venezolanos rechazan la Constituyente y la gestión de Maduro.

"Se espera un 62% de participación para el domingo, podemos llegar a 11 millones de personas", afirmó Capriles, citando cifras de Datanálisis.

Maduro considera ilegal el plebiscito, alegando que solo el Consejo Nacional Electoral (CNE) -acusado de servir al gobierno- puede realizar procesos de este tipo.

En paralelo a la consulta, el CNE realizará el domingo un simulacro de la votación de la Constituyente, cuyos 545 asambleístas serán elegidos el 30 de julio. La oposición lo considera una "provocación".

Bajando el tono con respecto a los últimos días, Maduro llamó este sábado a participar en los dos eventos "pacíficamente, con respeto a las ideas del otro, sin ningún incidente".

"Paz es lo que pido", dijo durante un acto transmitido en cadena de radio y televisión.

Sin embargo, opinó que la llegada de "más de 500 medios (internacionales) a Venezuela" para cubrir el plebiscito forma parte de un "show mediático" para justificar una intervención extranjera en su contra y derrocarlo.

La consulta tendrá lugar en medio de una ola de protestas opositoras que este sábado completó tres meses y medio y deja 95 muertos.

Este sábado no hubo movilizaciones, de cuya violencia se acusan las partes mutuamente.

Las manifestaciones exigen la salida de Maduro del poder y rechazan la Constituyente, que según el mandatario socialista es la "única vía" para restablecer la paz y reactivar la devastada economía.

- Apoyo internacional -

Cinco expresidentes latinoamericanos llegaron este sábado para participar, junto con expertos electorales de varios países, como acompañantes del proceso opositor: el colombiano Andrés Pastrana, el boliviano Jorge Quiroga, el mexicano Vicente Fox y los costarricenses Miguel Ángel Rodríguez y Laura Chinchilla.

Se reunieron con la directiva del Parlamento, de mayoría opositora, familiares de opositores presos y dirigentes políticos.

"Es el pueblo venezolano el que decide cuál será su futuro, si habrá o no Constituyente. Venimos a verificar ese proceso", dijo Pastrana a periodistas.

Según Fox, el plebiscito representa el inicio de la "ruta hacia el fin" del gobierno de Maduro, que debe "entender que nadie lo quiere".

Ante el agravamiento del conflicto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió el viernes a gobierno y oposición a dialogar para erradicar la violencia y concertar un "camino constitucional".

A su vez, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invitó a los venezolanos a participar en la consulta para evitar el "colapso definitivo de la institucionalidad".

- "Operación inédita" -

La dirigencia opositora sostiene que tras el plebiscito se activará la fase decisiva de las protestas para sacar a Maduro, lo que llama "hora cero".

La consulta se realizará en unos de 2.000 centros de votación, que albergarán 14.000 mesas, además de en 500 centros en el extranjero.

Los ciudadanos deberán registrarse con sus datos personales y recibirán una papeleta con tres preguntas.

En ellas se les consulta, además, si desean que el Parlamento inicie un proceso de renovación de los poderes públicos -lo que Maduro denuncia como un intento por instalar un "Estado paralelo"-, y se exija a los militares respetar la Constitución.

Los cuadernos electorales serán destruidos para resguardar la identidad de los participantes y evitar represalias del gobierno, confirmó este sábado el diputado Juan Andrés Mejía.

El cardenal Jorge Urosa Savino pidió a los cuerpos de seguridad impedir "cualquier ataque violento a los venezolanos que acudan" a la consulta, para la cual la Iglesia católica ofreció sus instalaciones, excepto los templos.

 

Por: AFP