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Autor del atentado en Túnez trabajó en el sector turístico de ese país

El primer ministro de Tínez, Habid Essid, reveló que el asesino del hotel de Susa conocía el sector del turismo en la ciudad porque trabajó en él y advirtió de que para acabar con la doctrina yihadista se debe trabajar en el terreno de la educación.

El jefe del Gobierno volvió a admitir fallos en la seguridad e insistió en que se debe trabajar de forma coordinada con otros países para revertir las ideas radicales de los yihadistas que retornan de combatir en Siria e Irak.

"Ahora sabemos que era miembro de un club de danza y que conocía bien el sector turístico porque había trabajado en él como animador", afirmó Essid en una entrevista del diario local "La Presse".

A este respecto, recalcó que es necesario investigar a fondo y reflexionar sobre el proceso que llevó a Saifedine Rezgui a cambiar el baile que le gustaba practicar por el fusil de asalto con el que mató hace una semana a 38 turistas extranjeros en la playa del hotel "Marhaba Imperial" de Susa.

"Debe hacerse una investigación en profundidad sobre la cultura y la educación y (tener en cuenta) que las reformas deben hacerse temiendo en cuenta la economía y la educación", subrayó el jefe del Ejecutivo.

Agregó que "sabemos que lo que lleva a los individuos a acercarse a los radicales son o dificultades financieras o ciertas ideologías religiosas. Debemos estudiar igualmente métodos para desrradicalizar a los jóvenes que regresan de luchar en Siria" junto al grupo yihadista Estado Islámico.

Al hilo de este argumento, Essid apostó por la cooperación con otros países, en particular con Francia, "que afronta el mismo problema. Trabajamos juntos para encontrar la manera de rehabilitar a los jóvenes yihadistas", subrayó.

Un día después de la matanza, el Gobierno tunecino aseguró que no constaba en los registros que el asesino hubiera viajado al extranjero.

Sin embargo, días después se vio obligado a rectificar y admitir que Rezgui, de 23 años y estudiante en la universidad de Kairauoan, había recibido entrenamiento militar en campos yihadistas en Libia y estaba vinculado a una red que forma "lobos solitarios".

Fuentes de Seguridad creen que estuvo en un campo controlado por Seif Alá Ben Hasine "Abu Iyad", líder del grupo radical tunecino Ansar al Sharia y uno de los radicales islámicos más buscados del país.

"Abu Iyad" huyó a Libia tras la ilegalización del grupo y habría muerto el pasado 16 de junio en un bombardeo de Estados Unidos contra Mujtar Belmujtar, uno de los líderes de la organización de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) en la ciudad oriental libia de Darna.

Aunque el atentado -el segundo de estas características que sufre Túnez en apenas tres meses- fue reivindicado por el EI, las fuerzas tunecinas creen que como el primero -que costó la vida a 22 turistas en el museo de El Bardo- fue obra de Ansar al Sharia.

Desde el atentado en Susa, Túnez ha detenido a 12 personas por sus supuestos vínculos directos con la masacre y a centenares más por su supuesta relación con el islam radical y con mezquitas salafíes que ha comenzado a cerrar.

Además, ha destituido a altos cargos de Seguridad y de las administraciones locales por los fallos de seguridad y decretado la vuelta del Estado de emergencia, que estará en vigor durante, al menos, un mes.

A este respecto, Essid quiso romper una lanza en favor de la Policía, pese a que admitió los fallos.

"Los agentes de la Guardia Nacional que llegaron a bordo de una lancha Zodiac intervinieron a tiempo. pero como las desgracias nunca vienen solas, su fusil se encasquilló", afirmó