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Obama libera su frustración con Israel con la resolución de la ONU

Presidente de Estados Unidos, Barack Obama / Foto AFP



Sólo ha sido una abstención, pero está cargada de simbolismo político y diplomático. A falta de un mes para dejar el poder, el presidente Barack Obama ha logrado liberar su frustración con Israel.

La Casa Blanca confirmó que el mandatario decidió, apenas unas horas antes de la votación, permitir que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara la colonización israelí en Cisjordania y Jerusalén este.

Washington optó por no hacer uso de su derecho a veto y se abstuvo.

El gobierno estadounidense sabía desde hace tiempo que la ONU manejaba distintos proyectos de resolución y sabía que debería posicionarse si llegaba la ocasión.

"El primer ministro Netanyahu ha tenido la oportunidad de llevar adelante políticas que hubiesen conducido a un panorama diferente hoy", afirmó Ben Rhodes, consejero de Obama.

"El hecho de que esto ocurre al final de nuestros ocho años (de mandato) indica que no es nuestra vía preferida", precisó. "Si hubiésemos buscando ese resultado, lo hubiésemos tenido hace tiempo".

La Casa Blanca insiste que ha agotado todas las vías para convencer al Estado hebreo que su programa de asentamientos amenaza el proceso de paz.

Desde hace meses Washington lleva alertando que la proliferación de las colonias israelíes está destruyendo las esperanzas de alcanzar la solución de dos Estados.

Sin embargo, los críticos de Obama afirman que lleva tiempo moviendo hilos para aislar a Netanyahu.

De cualquier forma, la resolución adoptada por la ONU es la última palabra de Obama sobre la cuestión antes de pasar el mando a Donald Trump el 20 de enero.

El enviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz, Frank Lowenstein, dijo después de la votación que el secretario de Estado, John Kerry, dará a conocer en los próximos días una serie de ideas para relanzar el proceso de paz.

 "Resentimiento"


La Casa Blanca insiste en que la resolución de la ONU, que fue rechazada inmediatamente por Israel, refleja la visión unánime de la comunidad internacional acerca de las colonias.

Pero las cosas son diferentes de puertas adentro: tanto demócratas como republicanos criticaron la decisión de Obama y le acusaron de traicionar a su aliado más cercano en Oriente Medio.

Trump, que el jueves logró convencer a Egipto para posponer la votación, prometió que "las cosas cambiarán en la ONU" cuando asuma el poder.

El senador demócrata Chuck Schumer dijo que permitir la adopción del texto ha sido "extremadamente frustrante, decepcionante y confuso".

AIPAC, el mayor lobby pro-Israel que hay en Washington, aseguró que "adoptando esta resolución, Naciones Unidas ha vuelto a ser un foro abierto para aislar y deslegitimizar a Israel".

Muchos sectores creen firmemente que la decisión de Obama --tomada desde su retiro navideño en Hawái-- tiene que ver tanto con motivos diplomáticos como con la mala relación que tiene con Netanyahu.

Jonathan Schanzer, vicepresidente del think tank Fundación para la Defensa de las Democracias, considera que su relación destaca por el "resentimiento".

Nunca hubo conexión.

Netanyahu no escondió que prefería al rival de Obama en los comicios de 2012, Mitt Romney, y el año pasado no tuvo reparos en saltarse el protocolo para manifestar su oposición al programa nuclear iraní en un discurso en el Congreso estadounidense.

La Casa Blanca tampoco disimuló su frustración con la retórica bélica de la coalición de derechas que gobierna Israel.

Schanzer sugirió que si Hillary Clinton hubiese ganado las presidenciales de noviembre, Obama hubiese dejado abierta la puerta a la posibilidad de recomponer los lazos con Israel.

Pero, ante la posibilidad de que la administración de Trump apoye la construcción de viviendas en territorios palestinos, el mandatario optó permitir que el Consejo de Seguridad aprobara una resolución que debilitará a Israel ante futuras negociaciones de paz.

Por AFP