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Venezuela tilda de "locura" amenaza militar del presidente Trump

Foto AFP


Luego de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazara por primera vez con utilizar a las fuerzas armadas como "opción" en Venezuela, debido a la crisis social y económica que se vive en el vecino país, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro tildó de "locura", esas advertencias


El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, aseguró que esas declaraciones constituyen un acto extremista y agregó que siempre defenderá la soberanía de su país.

"Yo digo que esto es un acto de locura, de supremo extremismo. Hay una élite extremista del gobierno de los EE.UU, (con la) que realmente no sé que está pasando, qué va a pasar en el mundo, si es que se va a acabar con la humanidad, con el planeta tierra, todos sus recursos", dijo el ministro.

Durante una conversación telefónica con el canal estatal VTV Padrino López dijo preferir que la Cancillería venezolana fije una posición por parte del Gobierno, aunque adelantó que "como soldado" estará junto a las Fuerzas Armadas "en primera fila defendiendo los intereses y la soberanía de nuestra querida y amada Venezuela".

El ministro de comunicación, Ernesto Villegas, informó luego que la Administración de Nicolás Maduro citó al cuerpo diplomático que hace vida en el país para mañana "cuando será divulgado comunicado sobre amenaza imperial a Venezuela".

Cabe recordar que el presidente Donald Trump acompañado de varios de los miembros de su gabinete, aseguró que "Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario".

En ese mismo sentido, agregó que "Tenemos tropas por todo el mundo, en lugares muy, muy alejados. Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y están muriendo", agregó el presidente, al afirmar que el país caribeño está sumido en un "lío muy peligroso".

Este amago llega apenas días después de que Trump calificara por primera vez al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como un "dictador", un movimiento que han seguido otros países como Perú y Colombia.

Aunque Trump llegó a la Casa Blanca con promesas de no intervencionismo, Venezuela ha estado en su punto de mira desde el primer día y ha sido uno de los principales asuntos encima de la mesa en sus conversaciones con mandatarios latinoamericanos.


Asesorado por el senador de origen cubano Marco Rubio, Trump ha instado al Gobierno de Maduro en reiteradas ocasiones a liberar a los políticos presos y convocar elecciones presidenciales, entre otras demandas.

Trump, de hecho, llegó a recibir en el despacho oval a Lilian Tintori, esposa del opositor Leopoldo López, ahora bajo arresto domiciliario, para el que pidió la libertad.

Esa ofensiva vino de la mano de los esfuerzos en la Organización de Estados Americanos (OEA), con el denominado "grupo de los 14" países que promovieron en el organismo liderado por Luis Almagro aislar a Maduro y forzar cambios en Venezuela.

Sin embargo, las presiones de EE.UU. a Caracas aumentaron a medida que se acercaban las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) del 30 de julio, un organismo que Estados Unidos considera "ilegítimo" y que no reconoce.

Pasados los comicios, que el chavismo consideró un éxito en su afán de modificar la Constitución, el Gobierno de Trump impuso tandas de sanciones contra varios funcionarios venezolanos, entre ellos el propio Maduro y Adán Chávez, hermano del fallecido presidente Hugo Chávez.

Con las sanciones a Maduro, Estados Unidos le puso en el mismo saco que al presidente sirio, Bachar al Asad; el líder norcoreano, Kim Jong-un; y Robert Mugabe, de Zimbabue, un "club muy exclusivo", como lo definió McMaster.

Las sanciones implican la congelación de los activos que puedan tener en Estados Unidos y a Maduro le prohíben la entrada al país.

RCN Radio con EFE