¿Y el voto latino en Nueva York?
7 Nov 2016 - 05:47 pm
Por: Jorge Espinosa
Blanca es una de tantas hispanas que trabaja en las calles de Nueva York. Ella, que nació en Ecuador, tiene un carro de comida rápida en la esquina de la calle Grove, en Brooklyn. Es un barrio colonizado por latinos. En la otra esquina hay una iglesia Pentecostal, y más allá un mercado mexicano con frutas exhibidas en la calle.
El tren en esta parte de la ciudad es doble: aéreo y subterráneo. Blanca no tiene papeles, pero desde 2014 Nueva York ofrece a los indocumentados una identificación que permite a la policía y a los residentes saber el nombre de la persona y les da un número similar al de la seguridad social.
Me acerco a su puesto de comida, compro una botella de agua, 1 dólar, y le pregunto si votará en la elección. No puedo, contesta, pero si pudiera, votaría por Clinton. Indago más: ¿cómo se ha sentido en esta campaña tan agresiva contra la comunidad latina? – Muy mal, es que como Trump es blanquito cree que nos puede tratar mal- me dice riendo.
Como ella hay muchos latinos en el área metropolitana de Nueva York: no pueden votar, pero si pudieran, no se abstendrían. Unos 28 millones de hispanos están habilitados para votar en Estados Unidos, y la historia estadística indica que, en las últimas elecciones, menos del 50% de ellos ejercen su derecho al voto. Si se quiebra la tendencia y se inclina por la candidata demócrata Hillary Clinton, los hispanos y su poder electoral pasarían a la historia.
Junto al puesto de comida de Blanca trabaja José, mexicano, residente, que vende desayunos mexicanos y quesadillas de pollo a 5 dólares. –No voy a votar por ninguno, no les creo, él es racista, ella es mentirosa-, dice. Eso sí, me advierte, espero que si gana Clinton, haga la reforma migratoria que tantos necesitamos. Una parte de su familia, me explica, no tiene papeles. –Nosotros pagamos impuestos, y podríamos ayudar más si nos dejaran-, comenta. Llega un cliente en esta mañana soleada, José me mira y con amabilidad interrumpe la entrevista.
Hay elecciones en Estados Unidos. Pero también hay que ganarse la vida.