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Bajón en compras de ecuatorianos reporta Cámara de Comercio de Pasto

Las medidas de choque adoptadas por el presidente Rafael Correa, la decisión del comercio de El Carchi de unirse para importar en volumen y el pecado de los comerciantes de Ipiales y Pasto de especular con los precios sumado al  maltratos a los visitantes por parte de las autoridades de tránsito, serían los motivos para que se disminuyan las compras por parte de los ciudadanos ecuatorianos.

Hay una evidente y creciente preocupación de los comerciantes nariñenses, especialmente de Pasto e Ipiales, por el notorio bajón que ha tenido la presencia de compradores ecuatorianos en sus negocios.

De acuerdo con su presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pasto,  Arturo Fidel Díaz Terán: Debemos admitir que hay quienes –no todos por supuesto- consideraron que la mejor manera de aprovechar esta coyuntura económica era comenzar a alzar los precios de sus productos o servicios, de tal manera que ello fue desestimulando de manera paulatina la presencia de los vecinos ecuatorianos quienes ya no veían tan rentable desplazarse de nuestro país a Nariño a hacer sus compras”.

Incluso, la especulación que terminó afectando a los propios compradores locales y regionales, se extendió a restaurantes, parqueaderos, transporte, etc.

Paralelo a ese factor, no pocos ecuatorianos han sido objeto de un trato poco considerado por parte de las autoridades de tránsito tanto en la parte  urbana como en carretera. Si bien tampoco se puede generalizar esa actitud a todo el personal encargado del tráfico y el cumplimiento de las normas de tránsito, a lo largo de esos meses han sido varias las quejas expresadas por los visitantes.

La segunda razón del alejamiento de los ecuatorianos puede atribuirse a las medidas de choque adoptadas por el gobierno del presidente Rafael Correa, que incrementó los aranceles para desestimular el paso de sus nacionales a Colombia en plan de compras, desmantelando sus propios mercados como el de Tulcán.

Las mercancías se encarecieron por los pagos adicionales que tuvieron que hacer para poner a salvo sus compras fuera del alcance de la Policía, mientras quienes no tuvieron suerte terminaron perdiendo sus remesas compuestas especialmente por electrodomésticos.

Pero la tercera razón, que sería la que explica en mayor medida por qué la clientela del vecino país hoy no luce tan generosa como hace unos meses, tiene que ver con la decisión tomada por dueños de establecimientos comerciales de El Carchi, quienes decidieron unirse para hacer importaciones en volumen desde Colombia, dentro de los márgenes establecidos de exención de aranceles y dejar atrás las compras individuales y restringidas que venían haciendo, cada vez con un menor margen de utilidad.

“Los pueblos fronterizos terminan adaptándose a las circunstancias que les toca vivir y no íbamos a ser la excepción. Los ecuatorianos lo han hecho y están en su derecho de buscar la mejor manera de recuperar sus negocios y volver atraer la clientela perdida”, comentó Díaz Terán.