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Bogotá no cuenta con un Plan de Ordenamiento Territorial, según estudio

Un estudio reveló que el Concejo Distrital no ha aprobado ningún proyecto, a largo plazo, de ordenamiento territorial, que posibilite la construcción de una ciudad a futuro.

Foto: Colprensa



Un estudio reveló que el Concejo Distrital no ha aprobado ningún proyecto, a largo plazo, de ordenamiento territorial, que posibilite la construcción de una ciudad a futuro.

El Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia llamó la atención a los concejales de Bogotá por la necesidad que existe de materializar proyectos a largo plazo que permitan estructurar una ciudad sostenible, moderna, pero también acorde a las necesidades de sus habitantes.

“Todo queda en manos de los proyectos que la Alcaldía presente cada cuatro años, y así no se puede estructurar una ciudad”, advirtió el profesor Fernando Viviescas del Instituto de Estudios Urbanos.

Según el experto, para lograr un desarrollo en la ciudad se debe tener “la conciencia de la política moderna, democrática y ciudadana (...) y, en ese sentido, la planeación es una herramienta en proyectos a largo plazo, integrales y sostenibles”.

Sin embargo la percepción que existe de esta problemática es la responsabilidad por parte del Concejo de Bogotá al no ejercer su función y aprobar alguno de los proyectos presentados y que cumplan con los requisitos.

En el panel '¿Estrategias de reorganización espacial y reordenamiento territorial?', el profesor Viviescas indicó que una ciudad, con las dimensiones poblacionales de Bogotá, no puede vivir sin un plan de largo plazo, en el que se pueda construir un proyecto de ciudad y de ciudadanía que sea productivo e integrado con el medio ambiental.

Para el arquitecto Viviescas es necesario cambiar la relación de la academia y los centros de pensamiento e investigación con la estructura política del país: “La tradición de la dominación en Colombia es adversa y refractaria al conocimiento científico y a la tecnología”.

De esta forma se lograría entonces plantear una perspectiva en una nueva relación entre la academia y la estructura política.