Comunidad de La Barra en Buenaventura, embelleció su entorno y emprendió proyecto de reciclaje

Las playas del Pacífico colombiano son reconocidas por su belleza natural, por la calidez de su gente, pero también por las necesidades que abundan entre estas comunidades.

Hasta el corregimiento La Barra, ubicado a 70 kilómetros de Buenaventura, arribaron más de 100 voluntarios de empresas privadas, para hacer parte de ‘Vamos Colombia’, campaña promovida por la fundación de la Andi y apoyada por USAID, para construir una nación más equitativa e incluyente.

Con guantes y botas pantaneras, Luz Dary Asprilla, habitante de La Barra, madrugó a retirar las decenas de toneladas de basura que arrastra el océano y que llegan hasta su territorio.

Esta morena de ojos claros y 1.60 de estatura, dejó de lado la bolsa en la que recogió todo tipo de desechos como botellas y zapatos, para darle un fuerte abrazo a Catalina, una de las voluntarias que arribó desde Bogotá y que la acompañó en esta titánica labor.

“Para mi esta jornada ha representado algo hermoso porque veo la playa que está limpia, es maravilloso porque sé que el turista va a venir y va a encontrar una playa libre de basura y también porque personas de otra parte se interesan por uno y le colaboran en cosas que a veces uno solo no puede. Hoy recogimos desechos médicos, eso no es de nosotros, de dónde vienen, vienen de afuera de la ciudad y creo que el mar es el último recurso que encuentran para desechar su basura”, explicó.

Karina Ávila es mexicana, ella fue una de las voluntarias que se sumó a esta quinta edición de ‘Vamos Colombia’.

“Siempre me ha gustado hacer labor social y voluntariado, también en mi país desde hace mucho tiempo lo hago. En casa mis papás nos enseñaron a compartir un poco de lo que nosotros tenemos”, dijo la voluntaria del país azteca.

Pero el trabajo no sólo se concentró en recoger los residuos sólidos, también se entregaron alternativas de reciclaje para el aprovechamiento de estos materiales.

María José Ospina, directora de Agenda del Mar, indicó por su parte que las comunidades se preocupan cuando empiezan a notar la presencia desbordada de residuos y que el asunto se sale de sus manos, afectando el turismo, una de las principales fuentes de sostenimiento en estas zonas.

“El turismo es un aliciente muy fuerte para que ellos se preocupen y vean que sí es posible hacer limpiezas periódicas. Ellos tienen un centro de acopio de pet que contará con todo el apoyo, esto a través de una compactadora y así manejar sus residuos. El problema más grande para estas comunidades es que no saben qué hacer con los residuos que tienen y los estamos invadiendo de plástico”, enfatizó.

Diego es un joven de 23 años de edad que se desmovilizó hace 7 meses de las filas del ELN; él fue uno de los invitados de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización ARN, para sumarse a la jornada en La Barra.

Con gran entusiasmo Diego madrugó junto a su grupo de voluntarios y se puso manos a la obra para realizar labores de señalización en La Barra, lo que sirvió para brindar ayuda a otros que lo necesitan y de paso conocer a muchas personas con las que compartió sus experiencias y sus sueños.

“La ARN me invitó a esta representación tan buena para hacer obras en el caserío. Pusimos los avisos, hicimos los diseños y también el mapa para los turistas. Conocí a varias personas, hay gente que vino desde lejos y espero que sigamos adelante”, sostuvo el joven.

El trabajo de este batallón de voluntarios también intervino la única escuela de La Barra, la cual fue pintada de colores para recibir con una cara más amable a sus estudiantes.

[imagewp:399385] Voluntarios pintando aula de clase de la escuela de La Barra. Foto cortesía Fundación Andi.

Otra de las actividades consistió en la ubicación de señalización bilingüe para darle la bienvenida a los turistas nacionales y extranjeros que arriban cada año y en marcar las pautas para el reasentamiento de su comunidad, debido a que con el paso de los años, el mar ha ido invadiendo sus viviendas.

[imagewp:399387] Señalización para los turistas que arriban a la playa. Foto cortesía Fundación Andi.

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