Desarticulada banda delincuencial "Los Ribereños"

Para no ser detectados por la policía, los delincuentes se movilizaban en narcobicicletas para distribuir el alucinógeno en cercanías de colegios en cinco municipios del Magdalena. 

Mediante 11 diligencias de allanamiento en diferentes barrios del municipio de Aracataca, la Fiscalía de Fundación, la Policía del Magdalena, la Sijin y la Interpol lograron desarticular la banda delincuencial "Los Ribereños", mediante la captura de 15 de sus integrantes, cuatro cabecillas y 11 distribuidores, quienes son requeridos por los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes en concurso con concierto para delinquir.

Los operativos se desarrollaron en barrios como La Esmeralda, El Bolsillo y Raíces del municipio de Aracataca, donde las autoridades lograron evidenciar la comercialización de la sustancia estupefacientes ‘marihuana, cocaína y bazuco’,  por lo que llegaron hasta una vivienda ubicada en el barrio El Bolsillo, donde residen Leydis Cárdenas Cárdenas, de 25 años de edad, conocida como ‘La Gorda’ jefe de la organización y Misael Paredes Pacheco, de 39 años de edad, conocido como ‘El Mono’ segundo cabecilla y distribuidor.

Simultáneamente en un inmueble ubicado en el barrio La Esmeralda, donde reside Jannyis Rafael Gutiérrez Betancur, de 46 años de edad, conocido como ‘El Tigre’ y por último en un inmueble ubicado el barrio Raíces, donde reside Luis Arcenio De La Rosa Marimon, de 52 años de edad, conocido como ‘El Barbas’, estos dos últimos dedicados al expendio de estupefacientes.

Drante el registro en algunos lugares de las viviendas se hallaron dosis de estupefacientes listas para su distribución, balanza de medida, la suma de más de 2.000.000 millones de pesos en efectivo producto de la venta del estupefaciente, 2 motocicletas marca Bajaj de las líneas Bóxer y Platino de placas LOF96 y HKN15C y Bicicletas utilizadas para el transporte de la mercancía.

El modus operandi de la banda delincuencial es novedoso. Se aprovechan del entorno para esconder pequeñas cantidades de sustancia estupefaciente, para tal fin utilizan huecos en los muros de los inmuebles ubicados en el sector, paquetes de frituras, zonas verdes, medidores de agua y energía, andenes, entre otros, el estupefaciente era empacada en bolsas plásticas transparentes con sello hermético de diferentes colores para diferenciar el peso y la clase de sustancia.