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“Divorcio en lo político, continuidad en lo económico durante los gobiernos Uribe y Santos”: señala estudio de exministro de Hacienda, Roberto Junguito Bonnet

En el marco del XXII Encuentro Nacional de la Asociación Colombiana de Facultades, Programas y Departamentos de Economía “AFADECO”,Estudio de exministro de Hacienda, Roberto Junguito Bonnet señala que "hay Divorcio en lo político y continuidad en lo económico durante los gobiernos Uribe y Santos”:



En el marco del XXII Encuentro Nacional de la Asociación Colombiana de Facultades, Programas y Departamentos de Economía “AFADECO”, cumplida en la Universidad del Atlántico, los días 30 y 31 de marzo, el exministro de Hacienda Roberto Junguito Bonnet se refirió al estudio comparativo en materia económica de los gobiernos de Alvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos Calderón, a la reforma tributaria que comenzó a regir este año, y a los costos del postconflicto en Colombia.

Sobre el estudio “La economía colombiana 2010-2018”, de los gobiernos de Alvaro Uribe y Juan Manuel Santos, señala que a pesar de las diferencias políticas entre los dos mandatarios; cuando se analiza el manejo de la economía es de continuidad absoluta entre los dos gobiernos. 

La Regla Fiscal, se inició en un gobierno y se continuó en el otro; la flexibilidad en la tasa de cambio, el marco fiscal de mediano plazo y la ley de responsabilidad fiscal, temas de las relaciones de Colombia con los organismos internacionales de crédito como el Fondo Monetario Internacional, han sido de continuidad; anotó.

En el fondo es más un tipo de argumentación para complementar las diferencias políticas y del proceso de paz. Ha habido algo de deterioro en el manejo fiscal, pero es por la caída del petróleo, pero las instituciones económicas fundamentales no han tenido cambio entre un gobierno y otro” manifestó el economista.

El exministro entregó detalles del estudio y señala que el cálculo indicativo del costo fiscal asociado a los compromisos derivados de los puntos 1 y 4 del Acuerdo para los próximos 15 años. “Se estima que tendría un impacto fiscal neto anual del 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante los próximos 15 años”.