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Huelga de piernas cruzadas en Santa Marta dio resultados: Electricaribe restableció el servicio de luz

La singular decisión de un grupo de 140 mujeres de iniciar una huelga de piernas cruzadas, en protesta por la falta de energía en el barrio Tayrona Alto de la capital del Magdalena dio sus frutos luego de la normalización del servicio a las 7:20 de la noche.

Foto referencial de Ingimage



Una singular decisión de un grupo de 140 mujeres de iniciar una huelga de piernas cruzadas, en protesta por la falta de energía en el barrio Tayrona Alto de la capital del Magdalena dio sus frutos luego de la normalización del servicio a las 7:20 de la noche.

Mediante un comunicado, la empresa Electricaribe confirmó que logró un acuerdo de pago con la comunidad para cancelar la deuda pendiente con la compañía y de inmediato envió una cuadrilla que instaló un nuevo transformador y restableció el suministro de luz.

Los vecinos hicieron una colecta para recoger los 6 millones de pesos que se necesitaban para cancelar la reparación del transformador deteriorado, pero solamente lograron reunir cinco, por lo que las mujeres decidieron presionar con la particular huelga, hasta que la compañía recibió el dinero y reinstaló el servicio.

La líder comunitaria Lesbith Noriega explicó lo que significó la espera de varios días sin luz, la satisfacción por tener nuevamente el servicio y el reencuentro con su esposo

“Satisfecha porque después de una semana, gracias a Dios tenemos fluido eléctrico, ya podemos dormir con las piernas abiertas (risas); ya él (esposo) me dijo que si no había dormido en una semana sin luz que hoy tampoco iba a dormir pero ya es por otra cosa” indicó la ama de casa.

Jorge Gutiérrez, quien reconoció el valor de las decididas mujeres, relató lo difícil que pasó en la última noche sin poder compartir con su compañera sentimental.

“Todos los hombres estamos sufriendo; nos tienen acá matándole los mosquitos; mal la pasé, en las noches la he pasado mal, porque la mujer se me ha cruzado de piernas y está durmiendo con jean”, explicó.

La sufrida población masculina de Tayrona Alto espera que la próxima vez sus compañeras no repitan el terrible martirio al que los sometieron.