Planeación Distrital dice que Decreto 562 no busca revivir el POT de Bogotá

El funcionario indicó en RCN La Radio que ese decreto reglamenta lo que hoy se denomina el "antiguo POT", es decir, el del 2004 que permite implementar las reglas urbanísticas para la renovación urbana de Bogotá, promover la construcción de vivienda en las áreas centrales donde existe la mayor oferta de espacio y transporte público.



Desmintió algunas versiones del Concejo de Bogotá que lo acusan de revivir el POT del alcalde Gustavo Petro que en este momento está suspendido por el Consejo de Estado.

"El antiguo POT no estaba reglamentado y nosotros nos dimos a la tarea de hacer ese procedimiento mediante ese decreto, el cual ha tenido una amplia acogida entre los constructores", dijo.

Aseguró que además lo que se busca es evitar que pase lo que sucedió con barrios como Patio Bonito o Cedritos, que por no estar reglamentado ese POT del 2004, crecieron sin control y con altas edificaciones que afectaron la misma convivencia.

"La manera en la que se densificó un área como Cedritos por ejemplo, Patio Bonito, o Lisboa en Suba, entre otras, son zonas que ya son un peligro y que se pueden dar muy fácilmente porque el (decreto) 190 permite cualquier tipo de elevación sin que eso traiga ninguna consecuencia", señaló Ardila.

"Con este decreto de renovación urbana se privilegia la iluminación natura, el espacio público, las edificaciones que no generen muros sobre vecinos y que garanticen vías y servicios públicos en la vecindad", agregó.

Sobre este aspecto aclaró que el Decreto crea un observatorio de licencias que obliga a la Administración a realizar un monitoreo de la dinámica edificadora para que la empresa de acueducto intervenga con la ampliación de redes para evitar situaciones críticas como la de Cedritos.

En cuanto a los problemas de movilidad relacionados con el alto número de habitantes que residen en zonas periféricas de la ciudad, Ardila mencionó que "Patio Bonito tiene 600 habitantes por hectárea que es una de las densidades más grandes del mundo, y lo mismo ocurre en Lisboa, mientras que en el área central hay zonas en donde no llegamos a 52 habitantes por hectárea".

"Es realmente muy difícil trasladar el trabajo a las áreas residenciales y en ese sentido hay que hacer una diferencia que es muy importante entre los constructores y Camacol; la mayoría de los constructores han visto con buenos ojos el decreto, sobre todo porque el decreto permite unas reglas de juego claras", puntualizó el funcionario.