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Palmicultores en Magdalena reclaman ayuda por presencia de la letal enfermedad del P.C. en sus plantaciones

Campesinos y pequeños cultivadores de Palma de aceite en las poblaciones del centro del departamento del Magdalena, manifiestan su preocupación por el incremento en la problemática generada en la presencia de la enfermedad conocida como P.C. o pudrición del cogollo que pone en peligro las plantaciones del producto, principal sostén económico de la región.



Campesinos y pequeños cultivadores de Palma de aceite en las poblaciones del centro del departamento del Magdalena,  manifiestan su preocupación por el incremento en la problemática generada  en la presencia de la enfermedad conocida como P.C. o pudrición del cogollo que pone en peligro las plantaciones del producto, principal sostén económico de la región.

El P.C. o pudrición del cogollo es una devastadora enfermedad que afecta al desarrollo fisiológico de los cultivos de la palma de aceite o palma africana por la presencia de una bacteria que afecta la plantación, hasta hacerla desaparecer.

En Colombia la aparición de la P.C. afectó diversas regiones en donde las más perjudicadas fueron Tumaco, los Llanos, Urabá y Puerto Wilches, en donde grandes cultivos fueron arrasados por el contagio del mal, a pesar de los esfuerzos por contrarrestar la enfermedad.

En el Magdalena, la bacteria del P.C. fue descubierta a principios de 2014 y desde entonces ha afectado a más de de 45.000 hectáreas de palma de aceite en municipios como Fundación, Aracataca y El Retén en donde ha perjudicado la producción de pequeños cultivadores de la región, poniendo en peligro la  economía de más de 4.000 personas que derivan sus sustento de la actividad.

Los cultivadores reclaman del Estado mayor atención a la problemática.

Marcos Daza, palmicultor del municipio de Aracataca, compartió información sobre la grave situación del P.C. en el departamento.

“La palma de aceite es la fuente de trabajo de la mayoría de los obreros del Magdalena y de esta parte de estos municipios, si la palma se acaba la situación va a ser difícil para esas personas, esto va a ser el problema social de todas las comunidades. Es la fuente de ingreso de los trabajadores, en un 90 por ciento de los campesinos que viven del jornal lo sacan de la palma, porque aquí no hay otra fuente de entrada; le pedimos al gobierno nacional que tome cartas en el asunto que no le ha prestado atención a través del ICA, por ejemplo, que no está haciendo nada”, aseguró el productor.

Pedro Maza, cultivador de palma de Zona Bananera emitió un llamado de alerta a las autoridades agrícolas ante la presencia de la letal enfermedad en sus sembrados.

“Tengo 2 hectáreas de palma y esto nos afecta a grandes, medianos y pequeños productores de palma; el sustento de mi familia depende de las matas de palma que tengo, si se llegaran a acabar o como va esta enfermedad que no tiene cura prácticamente, quedaría en el aire sin cómo alimentar a mi familia; del Estado no hemos tenido ayuda” advirtió el agricultor.

Los campesinos del Magdalena esperan que el apoyo y la asistencia les permitan continuar con su labor, a pesar de la adversidad natural.