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Porfirio Jaramillo, rostro de los líderes asesinados en Colombia

Porfirio Jaramillo, reclamante asesinado/Foto IPC


Porfirio Jaramillo, de 63 años, casado y padre de nueve hijos, fue el reclamante número 19 asesinado en Urabá el pasado 27 de enero. Hombres armados lo sacaron de su finca El Consuelo, con la promesa de protegerlo, pero lo  asesinaron, recordó su hija, en diálogo con RCN Radio.


“Mi papá guardó la esperanza que fuera verdad. Le dijeron: ‘coja la ropita’. Y él cogió su ropa. Le taparon la cara y le amarraron las manos. Se lo llevaron y lo mataron. Nos dijeron que fueron los paracos”.


Tras el asesinato del reclamante de tierras, el predio, de 33 hectáreas, quedó abandonado. La familia huyó por las amenazas y ahora está escondida en el Urabá antioqueño. Nadie quiere regresar.


“Mi tío que vive cerquita de la finca le pedimos que fuera a mirarla pero respondió que no, porque le daba temor. Allá se nos quedaron cuatro gallinas y cinco patos. Tengo entendido que la finca está sola”.


Los paramilitares desplazaron a Porfirio y a su familia en 1995 de la finca El Consuelo en Turbo. Retornaron en 2015, construyeron una casa y compraron ganado.


“Pero llegaron las amenazas. Le dijeron a él que si no se iba lo mataban, así que  colocamos la denuncia. Nosotros regresamos nuevamente, construimos una casita, y otra vez le dijeron que le daban 24 horas para que se fuera”.


Días después, fue capturado alias Monolo, uno de los hombre que habría sacado a Porfirio de la finca. Pero la familia cree que aún faltan muchas más detenciones.


“Yo estoy amenazada y a mí no me da miedo decir quién mató a mi papá. Me pregunto: si nosotros dimos unas declaraciones exactas, los identificamos y dijimos dónde vivían, ¿por qué no los han capturado?”.


A la difícil situación económica de la familia de Porfirio Jaramillo, se suma el temor de correr la misma suerte del campesino.


Hasta en el velorio fueron amenazados, los autores materiales del asesinato están libres y no tienen protección,  la familia clama por justicia.