Proyecto para cultivadores de coca podría convertirse en "coladera" para la impunidad: procurador

El procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, advirtió que se deben hacer ajustes importantes al proyecto que busca beneficiar penalmente a los pequeños cultivadores de coca en el país, ya que la iniciativa como cursa actualmente en el Congreso, podría convertirse en una ‘coladera’ para las diferentes organizaciones del crimen organizado.

Carrillo aseguró que es necesario convocar al Consejo Nacional de Estupefacientes para que tome decisiones y blinde el proyecto, de tal manera que no se convierta en una patente contra la impunidad.

"Estamos todos de acuerdo en que hay que plantearle una solución a los campesinos pequeños cultivadores, pero la otra cara de la moneda es que esto no puede convertirse en una coladera por donde se nos vayan a meter representantes del crimen organizado y protagonistas del organizaciones criminales para beneficiarse de una ley de esta naturaleza", indicó Carrillo.

Manifestó que "mi propuesta es que se convoque al Consejo Nacional de Estupefacientes, donde se elabora la política pública de estupefacientes en el país, se tomen las decisiones y se creen las salvaguardias y los obstáculos para que este proyecto no se convierta en una coladera para que reine la impunidad en Colombia".

Carrillo dijo que es curioso que el Gobierno haya presentado el proyecto al Congreso, sin antes haberlo concertado con la Procuraduría.

"A nosotros oficialmente como Procuraduría nunca se nos entregó ese proyecto. Yo no lo he visto porque nunca nos lo enviaron. Es curioso porque la semana pasada fue convocado el Consejo de Política Criminal y se discutió el proyecto de Organizaciones Criminales, pero sobre este proyecto de pequeños cultivadores nunca se le envió a la Procuraduría General de la Nación", dijo.

Finalmente el procurador aseguró que los reparos y preocupaciones expresadas por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, son justificadas y legítimas, sin embargo, añadió que sobre la base del diálogo se debe llegar a un punto de convergencia para que el polémico proyecto de ley no se convierta en una ventana para que reine la impunidad.