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Animalistas protestaron marcándose con hierro caliente

Jóvenes activistas se marcan el 269 con hierro caliente/ Foto: RCN Radio

Un grupo de activistas en contra de la explotación de productos alimenticios de proteína animal, realizó en la mañana de este martes una intervención pública en la que representaban el sufrimiento de las especies vacunas con la marcación de hierro caliente sobre la piel.

Se trata del movimiento 269, una iniciativa mundial que realizó en simultánea en varias ciudades del planeta, representaciones teatrales en las que por un momento, varios humanos simularon ser parte del ganado que a diario es marcado con números en los mataderos.

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La cita, como en otras latitudes, se cumplió hacia las 9:00 a.m., en frente de la iglesia de La Ermita, justo donde termina el paso peatonal del Bulevar del Río. El hierro, una especie de sello metálico con los números 269, ya estaba al punto para dejar la marca en las piernas y brazos de quienes adelantan la vocería del movimiento en esta ciudad.

En total, siete jóvenes decidieron sellar la marca del 269 con esta técnica antigua para marcar el ganado y que para la mayoría de transeúntes es extrema y va más allá del activismo.

“Es una buena forma de protestar en contra de todos los alimentos de proteína animal, pero considero que es muy extremo quemarse la piel y dejarse una cicatriz que va aquedar para siempre en forma de ese número”, opinó Ana Julia Londoño, espectadora del performance.


Para Fabiola Campo, vocera del movimiento, “esta es apenas una muestra mínima de lo que deben sufrir las especies animales para llevarnos a la mesa estos alimentos que se presentan en empaques pulcros. La leche, por ejemplo, llega blanquita, pero detrás de ese color está la sangre y la pus que tenido que derramar esa vaca para saciar el hambre de los animales. Esto sí que es extremo.

El 269 hace referencia a un ternero que fue sustraído (rescatado para los activistas) de una granja de producción lechera en Isrrael. El hecho ocurrió el 2 de octubre del 2012, fecha en la cual este grupo de ambientalistas realizó una manifestación similar en una plaza pública de Tel Aviv. Desde entonces este ha sido el símbolo que identifica a los veganos en el mundo