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Buenaventura, una radiografía desde el Centro de Memoria Histórica

Puerto de Buenaventura / Foto AFP

El Puerto de Buenaventura, sobre el Pacífico, objeto de un nuevo atentado terrorista que mantiene sin fluido eléctrico a sus casi 500 mil habitantes, atraviesa una de las situaciones sociales y humanitarias más difíciles del país. 

 

De ahí se desprende un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica que será presentado oficialmente a partir de este 2 de junio en el propio Buenaventura y en los próximos días en Cali y Bogotá.

 

"Por tratarse de una ciudad portuaria se ha convertido en el foco de todo tipo de violaciones a los derechos humanos, que ha afectado a todos sus habitantes pero, especialmente, a los jóvenes afrocolombianos", sostiene el informe.

 

El Centro Nacional de Memoria Histórica en su informe destaca la "investigación más completa sobre 15 años de horror e indiferencia por los que ha pasado el puerto del Pacífico".

 

Se trata del primer estudio académico sobre la práctica de terror de las llamadas 'casas de pique' y establece como "la gran paradoja, que después de la desmovilización paramilitar, en 2004, todo ha sido peor; en especial, a partir de 2010".

 

Por encima de la degradación de la violencia, se alza la voz de las víctimas y la cultura afro, con sus iniciativas de memoria y resistencia.

 

La falta de empleo y la mala remuneración es cotidiana y la prestación de los servicios públicos es muy escaza, especialmente del agua.

 

Todo tipo de violencia en el Puerto

 

El informe del Centro Nacional de Memoria histórica señala que en Buenaventura se han presentado "todas las modalidades de violencia, registrando, por lo general, las cifras más altas del país: homicidios, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado (particularmente el intraurbano), secuestros, entre otros".

 

Señala que en 1990 Buenaventura registró 58 homicidios. En 2000 la cifra ascendió a 440, es decir que en el año 2000 el número de homicidios fue siete veces mayor que en 1990 y que entre 1990 y 2012 la Policía Nacional registró un total de 4.799 homicidios en esta ciudad.

 

Según las cifras conocidas por el Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1990 y 2013 el Sirdec (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres) registró 475 víctimas de desaparición forzada en Buenaventura; 13 casos corresponden a personas aparecidas vivas, 18 a personas aparecidas muertas y 444 a personas que continúan desaparecida.

 

Masacres, secuestros y desaparición forzada

 

El Centro Nacional de Memoria Histórica registró 26 masacres entre 1995 y 2013, pero 20 de ellas se presentaron entre 2000 y 2003.

 

Es decir, que el 76,9 por ciento de las masacres se concentraron en cuatro años en el periodo denominado "el arribo paramilitar" o "la época de las mil muertes" (2000 - 2004).

 

Entre 1990 y 1999 el promedio de personas desplazadas por año fue de 110. Entre 2000 y 2004 este promedio ascendió a 7.020 personas y en los años de posnegociación subió a 13.468.

 

Según la Policía Nacional, entre 1996 y 2012 en Buenaventura se presentaron un total 207 secuestros.

 

Según la Red Nacional de Información, entre 1996 y 2005 se presentaron ocho acciones bélicas (actos terroristas, atentados, combates, enfrentamientos y hostigamientos) por año. Entre 2006 y 2013 esta cifra subió a 100,8 acciones por año.

 

Entre 2005 y 2013, después de la desmovilización del Bloque Calima en diciembre de 2004, la disputa entre los grupos armados ilegales aumentó hasta llegar a grados de sevicia y violencia inimaginables. Es en este periodo que aparecen las llamadas 'casas de pique'.

 

El informe

 

Buenaventura: un puerto sin comunidad, el título de la nueva investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, hace referencia a un territorio que muestra contrastes entre las apropiaciones de la población afro y las dinámicas económicas, legales e ilegales.

 

Estas últimas se desarrollan en un puerto en el que la presencia del Estado ha sido débil y en el que, por la presencia de múltiples grupos armados ilegales, se ha configurado lo que se denomina "un puerto que desconoce su comunidad".

 

Esta investigación surgió como respuesta a la solicitud recibida por parte de la Minga por la Memoria, conformada por organizaciones étnicas, eclesiásticas y sociales de Buenaventura.

 

En la solicitud se le pidió al Centro Nacional de Memoria Histórica iniciar un proceso de reconstrucción de memoria que permitiera entender y explicar los motivos que han conducido a la continuación y degradación de la disputa armada en esta ciudad de Colombia. Todo lo anterior narrado desde las propias voces de las víctimas.