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Víctimas están “atemorizadas” por cese al fuego que iría hasta el 31 de octubre

Foto: RCN Radio. Víctimas en Antioquia apoyando el SÍ en el plebiscito.


Miedo y sangre, eso significa para Leyner Palacios Asprilla, quien perdió a 32 de sus familiares en la masacre de Bojayá, Chocó, donde murieron 119 personas en un ataque con cilindro bomba de las Farc, el fin del cese al fuego a partir del 31 de octubre anunciado por el presidente Juan Manuel Santos.


Palacios Asprilla insistió que tienen mucho miedo, pues eso solo traduce la prolongación de un actor armado que tanto daño ha causado durante años. Aseguró que Bojayá no podrá estar tranquilo, lo único que esto significa en muerte para los campesinos, para las personas inocentes.


"Es crítico para nosotros porque significa la prolongación de la presencia armada y eso se traduce  en muerte. Aumenta nuestra angustia y la zozobra que hay en nuestras comunidades. Vemos muy cerca la confrontación armada", dijo el líder de las víctimas.


Silvia Berrocal García, quien perdió a uno de sus hijos en la masacre de La Chinita en Apartadó, Urabá antioqueño, ocurrida el 23 de enero de 1994, en la que murieron 35 personas a manos del frente quinto de las Farc, el cese el fuego con las Farc genera temor y las víctimas no quieren que el país tenga más hijos huérfanos de la guerra.


"Las víctimas de la masacre de La Chinita no queremos que sigan matando más, ni secuestrando y ni dejando madres sin sus hijos. Que nos escuchen a nosotros", señaló  sobreviviente de la incursión armada. 


El presidente Juan Manuel Santos anunció este martes que el cese el fuego bilateral y definitivo acordado con la guerrilla de las Farc, en desarrollo de los acuerdos alcanzados en La Habana, va hasta el próximo 31 de octubre.