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Crean sala en el Museo Militar para recordar a los uniformados muertos por el conflicto

Foto: Archivo


Como un homenaje al sargento Libio Martínez Estrada, el militar que tras cumplir 14 años secuestrado fue asesinado en cautiverio, el Ejército inauguró un salón en el Museo Militar con el nombre del suboficial.

Al evento fue invitado su hijo Johan Stiven Martínez y desde ese lugar dijo que no es fácil perdonar, pero tampoco es imposible hacerlo. El joven asegura que las cartas, los videos y las fotos, que recibió como pruebas de supervivencia del padre que nunca pudo conocer, se han convertido en su mayor tesoro. La última de éstas la recibió la familia en agosto de 2010.

"Diariamente recuerdo a mi padre con su sonrisa y con esos mensajes de apoyo, y con esa buena moral y siempre pegado de papito Dios", sostuvo Johan Stiven.

Algunos de los elementos que acompañaron al sargento Martínez hasta el día de su muerte se encuentran entre los objetos que se encuentran exhibidos en la sala que lleva su nombre en el Museo Militar.

"Su Biblia, sus colores con los que él dibujaba y hacía sus cartas para mí y para la familia, y su lápiz. En medio de la selva no era fácil y mucho menos para ellos, adquirir esos materiales", agregó el hijo del suboficial asesinado en cautiverio.

El joven Johan Stiven además aseguró que se trata de una forma de mantener en la memoria colectiva a quienes lo entregaron todo en medio del conflicto armado.

"Es precisamente no dejar en el olvido esta lucha, no dejar en el pasado lo que representó mi padre, que fue precisamente representar a los secuestrados por casi 15 años", agregó.

Casi cuatro años han pasado desde aquel 26 de noviembre de 2011 en el que Libio Martínez murió tras recibir varios disparos por parte de guerrilleros de las Farc que lo mantenían secuestrado en las selvas de Caquetá. Su hijo Johan asegura que son dolores que no terminan de superarse, pero que hoy en medio del rumbo que está tomando el país, es un sacrificio que las víctimas y quienes no lo han sido, deben asumir.

"Es duro olvidar, es duro perdonar, pero no es imposible", fue el mensaje de esperanza enviado por Johan Stiven.

A partir de hoy, en el salón Sargento Viceprimero Libio Martìnez del Museo Militar en Bogotá, se pretende mantener un homenaje a la memoria de los uniformados que han muerto en medio del conflicto armado.