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Desgarrador testimonio de mujer que cuidó a su victimario

Desde el Parque de Las Malocas, se realizó quizás el evento más conmovedor de reconciliación entre víctimas del conflicto armado y victimarios.

Víctimas del conflicto que se reunieron con el Papa Francisco en Villavicencio // Foto: Colprensa - Diego Pineda



Desde el Parque de Las Malocas, se realizó quizás el evento más conmovedor de reconciliación entre víctimas del conflicto armado y victimarios. Pastora Mira, reúne en su historia de vida, quizás, el dolor que causó la violencia en cientos de familias que perdieron a sus seres queridos en medio de la guerra. (Lea otro testimonio: Yo también fui víctima y necesito una oportunidad: exparamilitar Deisy Sánchez)

En varias ocasiones fue víctima de la violencia. Cuando tenía 6 años, vivía en San Carlos, Antioquia, donde fue asesinado a sangre fría su padre, pero lo que sorprendió aún más de su relato fue que Pastora años después cuidó al asesino, quien se había enfermado, era ya anciano y estaba abandonado.

Su vida continuó pero años después su esposo fue también asesinado, cuando su hija tan solo tenía dos meses. Luego, la guerrilla y los paramilitares empezaron a cobrarle vacunas por una juguetería que ella tenía, por lo cual se vio obligada a regalar la mercancía. (Lea también: “Si me limitaba a transmitir este odio, creaba más violencia todavía”, víctima de artefacto explosivo)

Luego, con su voz entre cortada relata que en 2001, los paramilitares desaparecieron a su hija Sandra Paola, “emprendí su búsqueda, pero encontré el cadáver solo después de haberlo llorado por 7 años”; Cuatro años después, paramilitares asesinaron a su otro hijo Jorge Aníbal.

“Tres días después de haberlo sepultado, atendí herido a un jovencito y lo puse a descansar en la misma cama que había pertenecido a Jorge Aníbal. Al salir de la casa, vio las fotos y me aceptó que era uno de sus asesinos”, señaló asegurando que también le relató cómo lo habían torturado antes de matarlo.

Como signo de tanto dolor, Pastora puso a los pies de la cruz de Bojayá la camisa que Sandra Paola había regalado a Jorge Aníbal. “La conservamos en familia como auspicio de que todo esto nunca más vaya a ocurrir y la paz triunfe en Colombia”.

Ahora ella trabaja con las familias de las víctimas de desaparición forzada y con los desplazados.