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Ecuador declara "zona deprimida" la frontera con Colombia por devaluación del peso

Foto AFP

Dentro de las medidas adoptadas por Ecuador está el cierre de la frontera.

Ecuador declaró el martes "zona deprimida" la provincia de Carchi, fronteriza con Colombia, con lo que busca ayudar a los comerciantes que se han visto seriamente afectados por la depreciación del peso colombiano frente al dólar, la moneda que utilizan los ecuatorianos.

"Se ha hecho ya la declaración (...) de zona deprimida, lo cual implica una serie de incentivos, para que en la provincia", específicamente en la localidad de Tulcán, "se desarrollen nuevos emprendimientos", dijo el ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia.

Colombia ha devaluado su moneda en más del 50% en el último año con respecto a la divisa estadounidense, lo que le ha restado competitividad a los bienes ecuatorianos.

"Colombia ha tomado la decisión de depreciar su moneda de manera significativa. Evidentemente, aquello implica que para los colombianos comprar en Ecuador es más costoso y viceversa, por eso es que tenemos un flujo importante de ecuatorianos viajando a Colombia a realizar compras. Por ende, el comercio en Tulcán se ha visto resentido", explicó Aulestia a la prensa.

El ministro añadió que el gobierno también tomará acciones para ayudar a los transportistas de carga, uno de los sectores más golpeados por la situación.

A diferencia de Colombia o Perú, que pueden devaluar sus monedas, Ecuador no puede hacerlo porque adoptó el dolar como moneda hace 15 años.

Muy golpeado por la caída en más del 50% de los precios del petróleo, su principal bien de exportación, Ecuador afronta adicionalmente los efectos de la apreciación del dólar.

Quito ha debido recurrir a medidas como la elevación temporal de impuestos a las importaciones y la entrega de beneficios a los exportadores para intentar mitigar la pérdida de mercado frente a sus socios.

El viernes, el presidente Rafael Correa se expresó "muy preocupado" por los efectos de la depreciación del peso colombiano, antes de reunirse con una delegación de comerciantes de la frontera castigados por la baja del comercio.