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¿Debe implementarse en Bogotá la segunda vuelta para la elección de alcalde?

En medio de la discusión generada por el proyecto que busca dar lugar a un proceso de revocatoria contra el alcalde Enrique Peñalosa, en Bogotá cada vez se plantea más la posibilidad de implementar una segunda vuelta electoral en caso de que ningún candidato alcance una mayoría absoluta.

Foto: Colprensa - Diego Pineda


Por: Juan Manuel Ruiz y Fernando Posada

En medio de la discusión generada por el proyecto que busca dar lugar a un proceso de revocatoria contra el alcalde Enrique Peñalosa, en Bogotá cada vez se plantea más la posibilidad de implementar una segunda vuelta electoral en caso de que ningún candidato alcance una mayoría absoluta.


La medida ha sido implementada en varias capitales de Europa y América, ofreciendo soluciones frente a la elección de funcionarios con bajos índices de aprobación.


Germán Navas, representante del Polo Democrático por Bogotá, aseguró que votaría a favor de la implementación de la segunda vuelta, para “evitar que el alcalde gobierne con una tercera parte de votos, mientras que el resto de la ciudadanía no lo quiere”.


Por su parte la congresista Angélica Lozano aseguró que no le gusta la propuesta y agregó que los problemas de gobernabilidad en la ciudad son otros.


"En Bogotá los problemas de gobernabilidad se derivan de la inmadurez de la clase dirigente y el problema institucional está en la mayoría politiquera que es elegida por unos nichos que se toman los organismos de control como la Personería y la Contraloría, que se vuelven como una tenaza y terminan al lado de los corruptos", postuló Lozano.


Por su parte la representante liberal Clara Rojas, una de las promotoras de la iniciativa, aseguró que el principal objetivo del proyecto sería “ayudar a mejorar la gobernabilidad del Alcalde, mejorando el apoyo político”.


“Debe haber una segunda vuelta para la elección del Alcalde de Bogotá y para las principales capitales de departamentos y de las gobernaciones”, precisó Rojas.


El director de ProBogotá, Luis Guillermo Plata, precisó que la segunda vuelta para la elección de alcalde podría evitar el bajo apoyo político y electoral de los mandatarios.


“La elección con mayorías simples puede llevar a mandatos débiles, como ha ocurrido en las últimas dos alcaldías de Bogotá”, precisó Plata, agregando que “a ello se suma una abstención que supera el 50 por ciento”


El mecanismo de la segunda vuelta para elecciones locales no solo ha sido propuesto en Colombia. También otras regiones del continente y del mundo han implementado esta solución para mejorar la gobernabilidad de los mandatarios locales.


Buenos Aires tiene segunda vuelta para la elección de jefe de gobierno local. En la primera vuelta también se eligen legisladores locales.


En las ciudades capitales de Brasil, los dos candidatos con más alta votación, en caso de que ninguno logre una mayoría absoluta en primera vuelta, se van a una segunda contienda.


También en Perú existe el sistema de segunda vuelta electoral para la elección de mandatarios locales.


En Londres existe una alternativa a la segunda vuelta que tiene lugar el mismo día de la elección, llamada voto suplementario. Los electores tienen la posibilidad de votar por dos candidatos, entregando prioridad a uno sobre otro.


Durante la primera jornada de conteo, si ningún candidato alcanza una mayoría absoluta, todos son eliminados excepto los primeros dos. Los tarjetones que contienen un voto por un candidato eliminado pero que en la segunda opción votaron por uno de los dos finalistas, le entregan el voto final al candidato de la segunda vuelta.


Este mecanismo ha sido utilizado en Inglaterra exclusivamente para la elección de autoridades locales, evitando la necesidad de ir a una segunda vuelta.


En las elecciones locales de Nueva Zelanda y algunas regiones de Canadá es utilizado un sistema llamado ‘voto alternativo’, en donde los electores votan por orden de prioridad entre los candidatos, de modo que si su candidato predilecto pierde, de igual manera pueden escoger a quienes menos quisieran ver en el cargo.


Esa prioridad, entregada a través de números que los electores marcan en los tarjetones, termina siendo el criterio de conteo. Este mecanismo también es usado en las ciudades norteamericanas de Minneapolis y San Francisco.