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La eutanasia no debe ser más alarmante que muertes por guerrilla: médico

El médico Gustavo Alfonso Quintana ha practicado más de 200 eutanasias en el país desde 1997 cuando la Corte Constitucional despenalizó la eutanasia en Colombia

"Yo me pregunto, si no nos aterramos de las muertes que les causamos a los guerrilleros o las muertes que los guerrilleros le causan a la sociedad civil, por qué nos vamos a aterrar cuando una persona decide su propia muerte, porque no están dictando leyes ni le están diciendo a los médicos ni a su familia que se debe morir, él solo dispone de su vida. La Corte Constitucional dijo que la vida es un derecho y la forma de ejercer ese derecho puede ser o viviendo o suspendiendo la vida", afirmó Quintana.
El médico aseguró que el procedimiento médico es privado y no debe generar tanto impacto en las personas.

También, dijo que la explicación de la Corte Constitucional le da razón a los suicidas cuando toman la decisión de acabar con su vida. "Porque nunca van a encontrar un pabellón con personas que acaban con su vida".

Las religiones, especialmente el catolicismo, va en contra de la eutanasia sin embargo, el doctor afirmó que el 98 % de los pacientes que ha asistido fueron bautizados y que si pudieran resucitar podrían decir que el médico jugó solo un papel de ayuda.

Después de la eutanasia practicada esta semana a Ovidio González, padre del caricaturista Matador, se podría dar el caso del incremento de solicitudes de personas que quieren practicarse dicho procedimiento. Según el médico, esto se puede realizar siempre y cuando la única solución para la persona sea la muerte, pues si está la opción de un procedimiento como la quimioterapia, la eutanasia no se puede hacer.

"Frente al caso de don Ovidio, cómo es posible que a este señor lo hagan ir a un cuarto sombrío y triste, la eutanasia es algo tan íntimo y personal y familiar, que las eutanasias se tiene que realizar en la casa y cama del paciente con su familia y de las personas que quieren lo acompañen en su momento final. ¿Cómo así ?, ¿es que vamos a tener de aquí en adelante unos cuartos sombríos que se van a convertir en los cadalsos donde se hacía la pena de muerte antes?", aseguró el médico.

Por su parte, frente al caso de la mujer belga de 24 años de edad que se practicó la eutanasia por depresión, el profesional expresó que la ética en estos casos no dejaría practicar el procedimiento, pues cada persona tiene una vida diferente y pueden resolver sus problemas en la mayoría de los casos.

Sin embargo, aclaró que el 20 % de los pacientes que le marcan son jóvenes.