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ONU dice que atentado en Tumaco es devastador y llama a Farc y gobierno a desescalar el conflicto

El Coordinador Humanitario de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, expresó su profunda preocupación por la crítica situación que viven cerca de 200.000 personas desde el ataque de las FARC-EP contra la infraestructura petrolera del pasado 22 de junio en Tumaco e hizo un llamado de urgencia a las partes en La Habana a adoptar medidas de desescalamiento de la confrontación que eviten aún más sufrimiento a la población civil.¨

En un comunicado de esa oficina se informa que luego de la visita de una misión humanitaria de dos días a Tumaco y los ríos Mira y Caunapí, encontraron que
además de las limitaciones a acceso de agua para 160.000 personas en la ciudad de Tumaco y de 20.000 más en la zona rural, las comunidades indígenas y afrocolombianas que viven en los ríos y esteros contaminados por el derrame de crudo padecen afectaciones de salud, incluyendo problemas respiratorios y de la piel. Niños, niñas y mujeres son los más afectados. Escuelas y casas de madres comunitarias han tenido que interrumpir su labor.

Para las Naciones Unidas, “las consecuencias ambientales y sociales de este atentado son devastadoras para una población que desde hace años padece toda clase de impactos del conflicto armado y se cuenta entre las más pobres y abandonadas de Colombia. Preocupa especialmente que los efectos van a prolongarse durante mucho tiempo. Todo esto debería llevar a sus autores a eliminar de su repertorio bélico este tipo de acciones que victimizan a los colombianos más vulnerables.

El Coordinador Humanitario de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild agrega que además de la grave afectación al medio ambiente y a la precaria calidad de vida de la gente, “eventos como el de Tumaco tienen un impacto negativo en la ya mermada confianza pública en el proceso de La Habana y refuerzan el escepticismo y el pesimismo sobre la posibilidad de alcanzar un final negociado del conflicto armado. De acuerdo a miembros de las comunidades, el cese unilateral de hostilidades de las FARC-EP trajo un gran alivio en la situación de seguridad. Ahora, en cambio, para muchos afectados por eventos como este, y además por enfrentamientos entre la Fuerza Pública y las FARC-EP, por minas antipersonales, por reclutamiento, “la esperanza está por el suelo”.

Hochschild pone a disposición de las autoridades y las comunidades el equipo humanitario de su oficina “para adelantar acciones que permitan mejorar el abastecimiento y el acceso a agua potable, como filtros y tanques de almacenamiento. Las agencias y organizaciones humanitarias están listas para complementar acciones en seguridad alimentaria y en atención primaria en salud, con énfasis en salud mental, dados los niveles de ansiedad que experimentan las comunidades ante la posible pérdida de arraigo con sus ríos, entre otras acciones. También pueden apoyar análisis de impactos ambientales y campañas de educación y sensibilización socio-sanitarias con las comunidades.

El Coordinador Humanitario de Naciones Unidas en Colombia hizo un llamado a las Farc a “poner fin definitivo a los atentados que afectan a la población civil y al medio ambiente y reitera su llamado a las partes en La Habana a acordar lo más pronto posible medidas para desescalar el conflicto armado, que pueden ser un paso hacia la definición de un cese bilateral y definitivo de hostilidades en el marco de las conversaciones de La Habana.

Hochschild reiteró que “solo un pronto desescalamiento permitirá aliviar el sufrimiento de la población civil y recuperar la confianza indispensable para que las negociaciones de La Habana culminen en un acuerdo de paz.