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¿Cómo se ha frenado la reventa de boletas en otros países?

Foto referencial de archivo



Por Fernando Posada

La reventa de boletas es una práctica usual en campos como el deporte, el entretenimiento, el cine y el teatro. A través de normas y leyes, en algunos lugares este negocio ha sido prohibido por las autoridades. En otros casos, los mismos espectáculos ponen requisitos en la venta de las boletas que ponen en jaque a los revendedores.

La práctica de la reventa consiste en la compra de boletas al vendedor autorizado, que está encargado de vender las boletas de un evento con base en precios oficiales y luego vendiéndolas de manera extraoficial. El precio puede ser mayor o menor al costo oficial, dependiendo de la demanda.

Sin embargo la reventa de boletas es usual en eventos en donde la demanda sobrepasa en gran escala a la oferta, permitiéndole a los revendedores sacar un importante porcentaje de ganancias.

Portales como TicketSwap, Vivid Seats e incluso eBay han incursionado en el negocio de la reventa de boletas en internet. También a las afueras de los eventos es usual encontrar a los revendedores con boletas físicas.

En Reino Unido la reventa de boletas para partidos de fútbol está prohibida a menos de que los equipos indiquen lo contrario. Varios han firmado convenios con portales de reventa como Everton y Chelsea.

Uno de los problemas de la reventa de boletas es que permite la entrada de personas con identidades desconocidas para las autoridades. Esto dificulta las acciones contra las barras bravas.

Por eso, una de las medidas que acabaron con la reventa de boletas en Italia en 2009 fue la venta a nombre de los usuarios que ingresarían con ellas. De esa manera, la obligatoriedad del ingreso con el documento de identidad del comprador inicial puso en jaque a los revendedores.

En Estados Unidos las leyes de boletas varían en cada Estado, enfrentando prohibiciones en casos como los de Michigan e Illinois. Por eso muchas firmas revendedoras tienen sus sedes en estados distintos a donde ocurren los eventos. Sin embargo, son los organizadores de eventos quienes en muchos casos buscan eliminar esta práctica, en defensa de los usuarios.

En la actualidad muchos organizadores de espectáculos en el mundo venden las boletas en diferentes etapas en tiempos diferentes. De esa manera, al seguir existiendo boletas disponibles, los revendedores no podrán cobrar sumas tan elevadas por los tiquetes que han adquirido.

Uno de los eventos en que se esperaba que los revendedores hicieran su ‘nochebuena’ fue el concierto de reencuentro de Led Zeppelin en Londres, en 2007. Para que esto no ocurriera, la asignación de veinte mil boletas que oscilaban entre las 20 y 200 libras fue sometida a una rifa con los nombres de los solicitantes.

Veinte millones de personas aplicaron a la compra de las escasas veinte mil boletas para el reencuentro de Led Zeppelin, convirtiéndose en el récord Guiness de la mayor demanda de boletas para un evento. Sin embargo, al haber asignado los tiquetes a los ganadores, poco pudieron conseguir los revendedores.

También, festivales de música como el de Glastonbury requieren una foto de cada uno de los compradores de boletas para evitar la reventa.