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Viaje del fiscal a la CIDH demuestra persecución: Uribismo



El Centro Democrático cuestionó duramente al fiscal general, Eduardo Montealegre, por haber viajado a Washington a presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pruebas de que no existe persecución judicial contra integrantes del uribismo.

En un comunicado, la colectividad afirmó que el haber acudido ante esta instancia internacional de manera personal, demuestra el ánimo discriminatorio que siente el funcionario judicial hacia el expresidente Álvaro Uribe, su familia y sus colaboradores.

De igual forma, aseguran que esto revela que “las investigaciones contra Santiago Uribe, Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, Óscar Iván Zuluaga, Luis Alfonso Hoyos y David Zuluaga, es el propio Montealegre quien está a cargo, no los fiscales delegados para cada caso”.

“No deja de sorprender el contraste entre la celeridad de Montealegre para perseguirnos dentro y fuera de Colombia y su lentitud calculada para esclarecer el carrusel de la contratación en la propia Fiscalía o el desfalco de los dineros de la salud en Saludcoop”, señalan.

El Centro Democrático anunció que hará llegar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otras instancias internacionales las “pruebas” que, según ellos, demuestran que la justicia en Colombia se convirtió en un instrumento de intimidación política.

Este es el comunicado del Centro Democrático:

Respecto de la más reciente visita del Fiscal Eduardo Montealegre a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Centro Democrático se permite precisar lo siguiente:

1. No existe precedente de que un Fiscal General acuda en persona, sin haber sido invitado, a dar cuenta de investigaciones que se supone llevan a su cargo fiscales autónomos e independientes. Queda demostrado que en las investigaciones contra Santiago Uribe, Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, Óscar Iván Zuluaga, Luis Alfonso Hoyos y David Zuluaga, es el propio Montealegre quien está a cargo, no los fiscales delegados para cada caso.

2. Esta actuación del Fiscal, a poco más de una semana de concluir periodo, da fe del encono personal y el ánimo discriminatorio que lo animan en todo lo relacionado con el expresidente Álvaro Uribe, su familia, sus colaboradores y el Centro Democrático en general.

3. No deja de sorprender el contraste entre la celeridad de Montealegre para perseguirnos dentro y fuera de Colombia y su lentitud calculada para esclarecer el carrusel de la contratación en la propia Fiscalía o el desfalco de los dineros de la salud en Saludcoop.

Haremos llegar a la CIDH y otras instancias internacionales las abundantes pruebas que desnudan este nuevo intento por esconder la realidad de que en Colombia la justicia se convirtió en un instrumento de intimidación política.