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Violencia política en Colombia crece y es cada vez más selectiva: Cerac

Foto referencial RCN Radio



El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) reveló un informe según el cual la violencia de carácter político se deterioró de forma "grave" en 2015 y no necesariamente está relacionado de forma directa con el conflicto armado interno.

"Desde 2013 de hecho, se observó un fuerte incremento en el total de víctimas de esta violencia en comparación con los niveles de 2010 a 2012. En el 2013, esta cifra prácticamente se duplicó, jalonada por un aumento significativo en las amenazas relacionadas al ejercicio del rol político de las víctimas", revela el documento.

El informe insiste en que los asesinatos de líderes sociales, militantes de partidos políticos y sindicalistas aumentaron 35 % en 2015 frente al 2014 y pese a que las amenazas cayeron en el año anterior, el número de personas heridas aumentó levemente.

"Luego de una mejora temporal en las condiciones de seguridad asociadas a la violencia política en el 2014, el número de muertes aumentó durante el año 2015: pasó de 78 a 105 casos, lo que significa un incremento del 35 %", indica el Cerac.

En este sentido, el Cerac advierte que la violencia política es una de las amenazas "más serias para la seguridad" y se presenta a pesar de la caída en la intensidad del conflicto armado interno. Aclara, que la disminución de las acciones armadas de las Farc, no se ha visto reflejada en una disminución de esta forma de violencia.

"Los militantes de partidos políticos y candidatos a cargos de elección popular asesinados, presentaron un incremento de 66 %, pasando de 15 a 25 casos y los casos de funcionarios públicos, profesores y periodistas aumentaron 31 % de 29 a 38 casos", agrega.

Sobre las amenazas como tal, los especialistas registran una disminución en las mismas, pero le adjudican este fenómeno a una falta de credibilidad en el aparato judicial de Colombia, que probablemente está ocasionado un daño en la confianza de los ciudadanos.

De hecho, el informe que presenta el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos revela que la violencia política del último año tiene como característica, que su relación con el conflicto armado es débil y que en lo referente a la época electoral, la violencia no está dirigida exclusivamente contra candidatos y sectores de la oposición.

Según el Cerac, de las 36 víctimas que reportan pertenencia a un partido político, 19 hacen parte de partidos y movimientos de oposición: 4 del Centro Democrático, 3 Alianza Verde, 3 Polo, 3 Marcha Patriótica, 3 Unión Patriótica, 2 Partido Comunista y 1 MAIS.

Además 13 víctimas hacen parte de partidos de la Unidad Nacional y la coalición de gobierno: 7 del Partido Liberal, 4 La U y 2 Cambio Radical. 4 víctimas corresponden a militantes del Partido Conservador.

Entre tanto, dice el Cerac, en un eventual escenario de posconflicto la violencia política aparece como un "obstáculo directo a la construcción de paz" en territorios que tradicionalmente hayan sido afectados por el conflicto armado interno.

"Los registros de Cerac coinciden con los de otras organizaciones en señalar esta característica de la violencia política. Según el Programa Somos Defensores (PSD), el 15% del total (9 de 63) de defensores de derechos humanos asesinados el año pasado correspondía a líderes LGTBI en Colombia. Los activistas de derechos de esta minoría enfrentan un mayor riesgo en la región Caribe colombiana; Atlántico, Sucre, Valledupar y Magdalena", develó.

Por otro lado, el Cerac subraya que aunque la violencia política contra sindicalistas no alcanza las cifras y los niveles de fatalidad que se vivieron en los 90 en Colombia, si ha aumentando considerablemente con respecto a años inmediatamente anteriores.

"Por la pertenencia a organizaciones de las víctimas, el peor deterioro porcentual en la violencia letal se registró entre sindicalistas, con un aumento de más del doble en los casos -2 a 7. Este gran aumento revierte una tendencia positiva que se había presentado en los últimos años, en los que las labores de protección y la judicialización de casos de violencia política contra sindicalistas pudo haber funcionado para reducir esta violencia", estipula el informe.

Finalmente, el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, no descarta la versión según la cual, los grupos de paramilitares se estaría reagrupando para generar más acciones violentas, aprovechando la coyuntura del proceso de paz que se adelanta en La Habana – Cuba entre Farc y Gobierno.