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Abogados de la oncóloga colombiana apelarán condena de 10 años de prisión

Los abogados y la familia de la oncóloga colombiana, Ana María González condena a 10 años de prisión por haber envenenado en 2013 a su examante con una dosis de anticongelante mezclada con el café, apelarán la decisión de la Corte estadounidense.

Aunque la apelación tomará varias días, la defensa le pedirá a la juez que le permita a la colombiana la libertad condicional.

Solo la primera fase del proceso de apelación por parte de la defensa de la oncóloga podría costar 800 mil dólares. Para asumir esos gastos en Popayán el ex ministro Guillermo Alberto González, asegura que abrirán cuentas de ahorros para que la gente, incluso aquellos pacientes que atendió la médica payanesa, aporten recursos.

El fallo fue recibido con indignación por sus seres queridos que no se saben que va a pasar con las investigaciones científicas que venía adelantando la doctora González Angulo para encontrar una cura al cáncer de mama.

A través de las redes sociales, la cadena de solidaridad para Ana María González ha crecido exponencialmente. Muchas personas aseguran que creen en la inocencia de la médica y esperan que tras el proceso de apelación se logre su libertad condicional.

Este lunes, un jurado de Texas EE.UU. condenó a diez años de cárcel a la oncóloga por haber envenenado en 2013 a su examante.

La doctora González Angulo, de 43 años, ejercía en el mundialmente conocido Centro Médico de Texas cuando mantuvo un romance con un compañero de trabajo, el investigador George Blumenschein.

El jurado consideró probado que la colombiana envenenó con una dosis de etileno a Blumenschein, cuando este terminó la aventura amorosa con ella para tener un hijo con su pareja formal, la también doctora Evette Toney.

Según la investigación, González Angulo mezcló etileno en el café y se lo ofreció a Blumenschein con el anzuelo de que era un dulce "café de Colombia", un sabor causado por el anticongelante.

Cuando la víctima empezó a sentir los efectos acudió a los médicos, que le diagnosticaron una insuficiencia renal que, pese a sobrevivir, le ha dejado secuelas permanentes y le ha ocasionado una sustancial reducción de la esperanza de vida.

Es por ese motivo que la acusación solicitaba una pena de 30 años de cárcel, al considerar que el caso tenía que ser tratado como un homicidio.

Por su parte, la defensa negó la versión de que fuera González Angulo quien suministró el veneno a Blumenschein, expuso la larga trayectoria de la colombiana en la lucha contra el cáncer y llamó a testificar a varios de sus pacientes, que acreditaron sus atenciones como profesional.

Desde Popayán, de donde es originaria González Angulo, familiares y amigos vincularon el caso con "intereses oscuros" relacionados con los hallazgos de la doctora en el tratamiento del cáncer.