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Agua sí hay en La Guajira, pero está represada

Hace cuatro años se inauguró la primera fase de la represa del Río Ranchería en La Guajira, que si estuviera en funcionamiento hubiera evitado la catástrofe que hoy está padeciendo ese departamento por la sequía, el hambre y la muerte de animales y niños.

El proyecto al que se destinaron más de 650 mil millones de pesos para su construcción contemplaba que la represa abastecería los acueductos de los municipios de Barranca, Fonseca, San Juan, Hato Nuevo, Maicao, Uribia, Distracción y Albania, y los sistemas de riego en los distritos de Ranchería y San Juan del Cesar, además de generar energía eléctrica.



Todavía faltan dos fases, las obras dentro del área de los Distritos de Riego Ranchería y San Juan del Cesar, y la ampliación de la planta de tratamiento de agua de Metesusto.

En junio de 2013, se destinaron 1.134 millones de pesos a la Gobernación de La Guajira para la estructuración de la segunda fase, cuya consultoría estaría lista este mes de agosto. Sin embargo, según el Secretario de Hacienda del departamento, César Arizmendi Morales, sin recursos de la Nación será imposible terminar la obra.

José Ramón Molina, de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego del Río Ranchería, dijo a RCN La Radio que el presidente Juan Manuel Santos se comprometió a terminar la segunda fase de la represa de Ranchería, pero no se hizo en su primer período de gobierno.

"Eso está generando un detrimento patrimonial de 20 mil millones de pesos anual, con los acueductos que es la solución para mejorar la calidad de vida de 400 mil habitantes, tampoco ha sido posible, ni habilitar más de 18 mil hectáreas para el plan agropecuario. Desafortunadamente el exministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, dijo que eso era un medio 'elefante blanco', él puso el retrovisor y mirando quién había construido las obras, se perdieron 3 años", aseguró el empresario Molina.

Agregó que si el gobierno Santos hubiera terminado la segunda fase de la obra, La Guajira no tendría en estos momentos los problemas de falta de agua, desolación y muerte de animales y seres humanos.

Tras mucha promesas del Gobierno Nacional, Fonade destinó 1.185 millones de pesos para la estructuración de un modelo de alianza público privada para iniciar obras en 18 meses, con una inversión total de 550 mil millones de pesos que cobijaría a 400 mil habitantes y con riego a 94.000 personas. Los guajiros están cansados de promesas, y de disputas entre el gobierno que construyó la obra y el ejecutivo actual.

Mientras La Guajira se muere de sed, la represa de Ranchería tiene más de 186 millones de metros cúbicos de agua que no se están utilizando. Los guajiros esperan que el presidente Santos haga realidad la culminación de esta obra que el expresidente Uribe dejó inconclusa para que los niños indígenas, el ganado y otras animales no se sigan muriendo mientras en una montaña hay un mar de agua.