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Argentina lleva a la escena internacional su pelea con los "fondos buitre"

Argentina planteó este miércoles en la escena internacional su pelea con los llamados "fondos buitre" ante 133 países de Naciones Unidas, a los que afirmó que el cumplimiento de la sentencia de un tribunal federal estadounidense supone un peligro para el sistema financiero global.

El Grupo de los 77 y China, que reúne a esos 133 países, escuchó la presentación de los ministros argentinos de Exteriores y Economía, Héctor Timerman y Axel Kicillof, respectivamente, y aprobó una declaración para enviar al juez federal estadounidense Thomas Griesa señalando su preocupación por el caso y sus posibles consecuencias internacionales.

Se trata de "un gesto de enorme solidaridad", señaló Timerman en una conferencia de prensa tras la reunión, y añadió que el caso es de "una gravedad extrema, no solo para Argentina sino para todo el sistema financiero internacional".

Kicillof señaló en la misma rueda de prensa que por ahora "no hemos recibido respuesta a nuestra petición" al juez Griesa para que aplique una moratoria de su orden para que pague a los fondos especulativos unos 1.500 millones de dólares por bonos no reestructurados con motivo del próximo vencimiento de la deuda reestructurada, que es el próximo lunes día 30.

"Hemos pedido una suspensión que razonablemente daría una posibilidad para encontrar un camino hacia una solución", añadió el ministro de Economía, quien recalcó que "sin tiempo sería extraño que podamos resolver algo de esta complejidad".

Axel Kicillof recordó que Argentina "ha pagado hasta el último centavo de los compromisos reestructurados", ha solucionado los reclamos del Club de París, la expropiación de YPF y "pagado íntegramente y sin ningún incumplimiento" a los organismos financieros internacionales.

También valoró que los 133 países del G77 vayan a expresar su preocupación el juez Griesa.

El ministro de Economía detalló al G77 el proceso de reestructuración de la deuda tras el "default" de 2001, que permitió a Argentina recuperar su economía y mejorar el nivel de vida de la población, y recordó cómo algunos fondos de inversión (que su Gobierno denomina "fondos buitre") compraron después bonos no acogidos a las reestructuraciones para disputarlos legalmente.

"Su negocio es litigar en tribunales que les reconozcan el 100 por ciento de lo que reclaman", añadió Kicillof, que puso de ejemplo cómo NML Capital compró en 2005 deuda argentina por 48,7 millones de dólares y ha logrado que los tribunales estadounidenses le concedan el derecho a cobrar 832 millones.

Kicillof explicó que si su país sigue la orden de Griesa de pagar para el lunes 30 de junio alrededor de 1.500 millones de dólares en capital e intereses a NML y otros fondos que actúan de forma similar, puede abrir la puerta a que los tenedores de la deuda reestructurada con los mismos vencimientos puedan reclamar las mismas condiciones, lo que supondría 15.000 millones de dólares.

Esa cifra supone más de la mitad de las actuales reservas de su país que, dijo, ascienden a 29.000 millones.