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Boston sale a la calle para recuperar su maratón tras los ataques de 2013

El Maratón de Boston dio inicio a una nueva versión apenas unos días después del primer aniversario de los atentados que sacudieron la ciudad y el país, y que causaron tres muertos y cientos de heridos y mutilados.

El maratón, que hoy celebra su edición número 118, comenzó bajo un sol espléndido, mientras que una multitud esperaba atenta el comienzo de la carrera junto a la línea de salida, sin importar que fue ése fue precisamente hace un año el trágico escenario del suceso.

Decenas de miles de personas participan en la carrera, que se lleva a cabo con unas medidas de seguridad reforzadas para evitar que pueda repetirse un suceso como el de la anterior edición.

Durante la semana pasada, la ciudad se vistió de gala para homenajear a las víctimas así como a todos los que ayudaron en las labores de socorro y recordar que Boston se ha recuperado de las heridas sufridas por el peor atentado acaecido en Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001.

El maratón de este año cuenta con más corredores que la anterior, en un alarde de valentía por parte de los atletas y que respalda el nuevo lema de la ciudad tras sufrir los ataques: "Boston Strong", un "Boston Fuerte".

El número de participantes ha pasado de los 27.000 a los 36.000 y se espera que alrededor de un millón de personas se concentren a lo largo del recorrido para disfrutar del evento, que cuenta este año con un mayor despliegue de seguridad con hasta 3.500 agentes de Policía vigilando la zona.

"Nunca los olvidaremos"

El orgullo de la ciudad podía verse en las decenas de camisetas con el lema "Boston fuerte" vestidas de manera orgullosa y en pancartas en tiendas, restaurantes y hoteles en toda la ciudad.

Las autoridades estadounidenses homenajearon a las víctimas el martes pasado en coincidencia con el primer aniversario exacto de los atentados, pero la emoción es la dueña de esta edición de la prueba de 42,195 km que se corre desde 1897.

"Los fans son la atracción estelar. Somos 36.000 corredores y tenemos suerte de ir en medio de desfile, con fans a ambos lados del camino. Nos sentimos todos muy afortunados de participar de esto", afirmó Amby Burfoot.

Para Josef Klobusnik, un eslovaco de 55 años que vive en Minnesota y que vuelve a la prueba tras haberse ausentado en 2013, volver a correr en Boston "es más que simplemente correr".

"El año pasado fue muy doloroso para mí. Tenía un montón de amigos aquí", dijo emocionado.

En una de las tantas historias conmovedoras de la carrera, la joven Heather Abbott, que sufrió la amputación de parte de su pierna, estaba entre los espectadores para apoyar a Erin Chatham y Peter Riddle, que ayudaron a salvar su vida aquella tarde de 2013.

En la línea de llegada en la calle Boylston se erigió un pequeño memorial en homenaje de las víctimas.

"Nunca los olvidaremos", decía un letrero junto a cuatro cruces con los nombres de los muertos (tres el día de la carrera y un oficial de policía baleado días después cuando los Tsarnaev intentaban huir) escritos en un corazón rojo.

Estrellas y viejas glorias

En lo estrictamente deportivo, el etíope Lelisa Desisa, cuya victoria el año pasado pasó casi desapercibida, partía como favorito en Boston, uno de los seis maratones más importantes del mundo y parte del prestigioso circuito World Marathon Majors.

Desisa, de 24 años, se reunió con varias de las víctimas de los atentados para afirmarles que eran "una fuente de inspiración" e indicó que correrá para mostrar que no tiene "miedo".

Como Burfoot, otros exganadores históricos de la prueba también participaban de la carrera el lunes, entre ellos la estadounidense Joan Benoit Samuelson (vencedora en 1979 y 1983) y el italiano Gelindo Bordin (1990).

Los hermanos Tsarnaev habían sido identificados como autores de los ataques días después del maratón de 2013 gracias a filmaciones de cámaras y miles de fotografías.

Tamerlan, de 26 años, fue abatido por la policía el 19 de abril luego de haber matado a un oficial, y Dzhokhar, de 20 años actualmente, fue capturado horas más tarde y espera su juicio acusado de 30 cargos federales.