Asesinan a niño mariachi en Bogotá al parecer por envidia y por celos

La última vez que sus familiares lo vieron con vida fue el pasado jueves 15 de agosto cuando se fue para el colegio. En menor nunca más regresó a su casa.

Días después, el 23 de agosto y luego de una intensa búsqueda de sus propios familiares junto a las autoridades, su cuerpo sin vida fue hallado en una zona boscosa de los cerros orientales, en una cueva, cubierto de rocas y con impresionantes signos de violencia.

“Me lo secuestraron, me lo mataron (y) me lo escondieron”, le dijo a Noticias RCN la señora María Adelaida Zabala, la mamá del menor.

Todavía ahora, cuando asimila el dolor de la pérdida, la señora María Adelaida recuerda los días en que Carlos Alberto le decía de pequeño que quería ser artista.

“Yo quiero ser cantante, yo quiero sacar un CD”, recuerda la mujer, evocando los videos de las presentaciones del niño mariachi, en los que aparecía enfundado en un traje oscuro con arabescos plateados, adornado con un moño dorado de gran horma que brotaba de su cuello y un gigantesco sombrero charro, que parecía no haber terminado de ajustarle en su cabeza.

"Me lo mataron por la envidia. Carlos era talentoso, era muy colaborador y siempre que le pedían algo, él era el primero en estar ahí", continúa María Adelaida con su relato.

Intolerancia

Carlos Alberto tampoco fue a clases ese 15 de agosto, la última vez que se le vio con vida.

Según pudieron establecer después las autoridades, al joven no lo dejaron ingresar al colegio porque no llevaba los zapatos reglamentarios. Entonces, y posiblemente de regreso a su casa, fue interceptado presumiblemente por los dos jóvenes que le segaron la vida.

Una de las hipótesis que maneja la Policía, es que Carlos Alberto fue agredido y asesinado porque le había quitado la novia a uno de sus compañeros de clase.

"Es un caso de intolerancia. Lastimosamente fue (una) discusión en la que al parecer sus mismos compañeros le causan la muerte, lo llevan a una cueva y lo cubren con rocas", le dijo a RCN La Radio el coronel Carlos González, comandante de Policía de la localidad de Santa Fe.

Por este hecho, la Policía capturó a dos jóvenes: a Jhon Álvaro Lombana Garzón (18 años) y a otro adolescente de 16 años, de quien se mantuvo en reserva su identidad.

"Yo no lo hice, yo no lo hice", repetía en varias ocasiones el joven Lombana Garzón, cuando fue presentado por la Policía como presunto coautor del crimen.

Los dos capturados quedaron a disposición de las autoridades judiciales, ante quienes tendrán que responder por el delito de homicidio, por el que podrían pagar una pena de 40 años de cárcel.