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Carnaval por la vida se tomó a Tiquisio, en el Sur de Bolívar

El sur de Bolívar se vistió de alegría en el marco de la celebración del carnaval por la vida donde cerca de 1.000 personas se reunieron en Puerto Rico, Tiquisio para rechazar a través de mensajes, bailes y canciones el reclutamiento ilícito de los menores de edad y las minas antipersonales.

Los estudiantes y la población civil se vistieron de camiseta blanca y prepararon sus propios carteles expresando el inconformismo frente a la violencia. Luego de un minuto de silencio en conmemoración a las víctimas del conflicto, la comunidad marchó por las calles lanzando frases para pedir la paz a través de la alegría.

“Este es un acto muy lindo por parte de la Fuerza Pública porque llevamos tiempo de vernos afectados por los grupos armados ilegales, y es el momento para decirles ya está bueno, dejen a los niños quietos, que ellos están para educarse y ser el futuro de Colombia”, menciona Leandro Erazo, secretario de salud.

Un total de 28 minas antipersonas han sido desactivadas en este punto del departamento de Bolívar por soldados de la Segunda Brigada del Ejército Nacional entre 2014 y lo que va corrido del 2015; además en febrero de este año se pudo dar con la captura de alias Ramiro” señalado como el principal reclutador de menores en este sector y presunto responsable de la siembra indiscriminada de minas.

A pesar del trabajo continuo realizado por los soldados del Batallón de Infantería N°4 General Antonio Nariño” en el sur de Bolívar, entre abril del 2014 y enero del presente año cuatro personas, tres soldados y un menor de edad, han caído en estas trampas mortales producto del accionar del Frente Alfredo Gómez Quiñonez del ELN y el Frente 37 de las Farc.

Montecristo, Achí, Puerto Rico, Pinillos y Alto el Rosario, eran municipios donde nadie daba su nombre por temor, hoy gracias al Ejército y a los programas estatales son sitios que se están recuperando y donde su gente anhela verlos convertidos en territorios de tranquilidad.

Es el caso de Eoniris Méndez, víctima del conflicto armado desde el seis de noviembre de 1998, año en el que perdió a su esposo y quedó sola con cinco de sus hijos pequeños. A él lo asesinaron en su misma casa, una mañana en la que se encontraba viendo un partido de fútbol. “No nos dio tiempo de hablar por él, cuando esta tragedia pasó ni lágrimas pudimos derramar porque nos pedían a gritos que no lo hiciéramos”, añade la mujer.

Ella tan solo recuerda que se quedó paralizada del miedo; hoy en día su rostro se conmueve en su mirada porque se detiene a recordar un triste episodio para su familia. Sin embargo, durante todo este tiempo la vida la premio con unos hijos muy buenos y con la misión de ser una mujer entregada a su comunidad a través de una guardería para las madres gestantes y los niños.

Su mensaje para los grupos armados ilegales que por años han sido los generadores de violencia es: “yo le digo a ellos que no sigan haciendo eso porque acaban con la vida de las personas. Debemos proteger y respetar el bienestar de la gente, en especial de nuestros niños y jóvenes”.

El comandante de la Segunda Brigada del Ejército Nacional, Brigadier General Carlos Iván Moreno Ojeda, respalda estas iniciativas comunitarias para replicar las voces del rechazo a las minas antipersonales y el reclutamiento ilícito de nuestros niños, niñas y adolescentes.