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Colombia es más

Colombia no es un país, es la suma de muchos. Lo decíamos al comenzar la gira de RCN en el mes de marzo en Popayán: Aquí la variedad de acentos, de sabores, de paisajes, de climas, de riquezas y también de problemas, nos obliga a mirar más allá.

Después de ver el arte hecho con piel de tilapia en el Tolima o de saborear las empanadas de añejo en Nariño o las de pipián en el Cauca, los sombreritos de garbanzo en Cúcuta o las cocadas de todos los colores en Cartagena, descubrimos otra Colombia inmensa, llena de matices, de secretos, de maravillas, de dolores.

Nos contaron de la pesca artesanal, de los esfuerzos por salir de la violencia, de los proyectos de mujeres, de las ideas para integrar al sur del país. Denunciamos que la minería criminal desbordó los controles y es un flagelo tal vez peor que el narcotráfico que ya está alimentando todas las violencias. Escuchamos las voces de los campesinos preocupados porque los cultivos ya no dan para vivir como antes y el temor de la gente en muchas ciudades por la presencia de bandas criminales.

Abrimos debate por nuestros tesoros en los 100 años de San Agustín, recogimos el reclamo de las regiones que necesitan aeropuertos y carreteras para ser parte de Colombia. Gozamos con la música tradicional y con los ritmos nuevos que traen los jóvenes que se alimentan de sus ancestros pero quieren tener voz propia.

En cada rincón nos sorprendieron poetas que están contando historias con los colores de sus regiones. Talentosos artistas nos mostraron sus esculturas, sus tallas, sus dibujos. En cada ciudad recibimos un abrazo cálido y sentimos el clamor de la gente buena que quiere ser escuchada, que quiere vivir en paz. Escuchamos la preocupación por el agua, por nuestros recursos naturales. Encontramos múltiples opiniones, análisis de fondo, otras miradas sobre los grandes problemas del país.

Después de recorrer el país y al terminar la gira en Pasto en medio de un desborde de afecto, es claro que lo aprendido no se puede olvidar y la lección que queda es ver más allá. Los periodistas que trabajamos desde Bogotá debemos ampliar el horizonte porque este país nos está reclamando presencia desde todos los rincones. Tal vez una de nuestras tareas para construir paz sea esa: hacer visibles esas múltiples Colombias con sus dolores, sus sueños, sus esperanzas. La equidad también está en los espacios que damos a todas las voces y todas las opiniones.