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Colombia es uno de los países que más entrega perros en adopción

El abandono de perros se ha convertido en una constante a nivel mundial, aunque no se tiene una cifra exacta del número de cuadrúpedos que habitan las calles, se sabe que al menos en Bogotá hasta 400 caninos son sacrificados semanalmente en el centro de Zoonosis de la Secretaría Distrital de Salud.

Por esa razón, fervorosos amantes de los animales decidieron darse a la tarea de tratar de rescatar a algunos de estos caninos, entregándolos en adopción a familias que estén dispuestas a llenarlos de amor.

La particularidad es que estas familias son canadienses y pagan alrededor de tres millones de pesos porque un "criollito", como son llamados en la calle, llegue hasta sus casas en ciudades como Ottawa, Toronto o Montreal.

Nelcy Murcia, creadora de la fundación "Salva un amigo", aseguró que "la primera perrita dada en adopción fue Brush, una criollita cruzada con schnauzer a quien le tomé unas fotos que subí a Facebook. La perrita con su mirada cautivó a una colombiana radicada en Canadá hace más de 16 años quien me localizó y me pidió que sacara esa perrita de zoonosis y se la enviara a Canadá".

Esa colombiana se llama Claudia Bohórquez, quien desde que recibió a Brush, no ha dejado de ayudar a otros animalitos a que consigan familias canadienses que los cuiden y los respeten como lo que son, una verdadera compañía.

"Claudia y su esposo, que es un médico veterinario promovían las fotos que yo subía a Facebook de perritos para dar en adopción, allí incluíamos además detalles sobre la historia de esos perritos, su tamaño, su temperamento, y familias canadienses escogían la mascota que querían, así empezamos a enviar 'criollitos'", aseguró Murcia.

Por su parte Claudia, quien a la fecha ha ayudado con el envío y la adopción de más de 30 perros asegura que aunque muchos de los adoptantes pueden ser criticados por invertir una gran cantidad de dinero llevando perros desde Colombia a Canadá, es en realidad un gesto de amor.

"Es el amor de tratar de ayudar a otros países, ellos sienten que están poniendo un granito de arena al estar ayudando a otro país trayendo un animalito", aseguró Claudia.

Los perritos viajan bañados, con todas las vacunas y con un certificado expedido por un veterinario que certifica que están en perfecto estado de salud, al legar a Canadá su nueva familia los está esperando con el compromiso de enviar constantemente fotos a la fundación para que ellos sepan en qué condiciones habitan las mascotas.