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Cundinamarca empieza a sentir los estragos de la sequía

Casi la mitad de los municipios de Cundinamarca tiene problemas de agua, principalmente por la sequía, y otros porque nunca han construído acueductos o no tienen planes de contingencia. En muchos de ellos ya hay racionamientos, se han muerto animales y se han perdido cultivos.

RCN La Radio hizo un recorrido por la Región del Tequendama, muy cerca a Bogotá, y por municipios del Alto Magdalena donde constató como se está agravando esta problemática y las consecuencias que miles de habitantes están padeciendo por la escasez de agua, la falta de planeación y la corrupción que se lleva los recursos que por muchas décadas se han destinado para mejorar, y construir plantas y acueductos.

En La Mesa y Anapoima, desde hace muchos años se han registrado dificultades y racionamientos por la falta de fuentes hídrícas que aumentan en épocas secas o de fenómenos de sequía como ocurre actualmente.



Según sus residentes, esta zona crece cada día con muchas personas que llegan a vivir y el agua no es suficiente porque el acueducto es deficiente, el líquido les llega cada tercer día y por algunas horas.

El subgerente operartivo de la Empresa Regional Aguas del Tequendama, que tiene unos 12 mil usuarios en La Mesa y Anapoima, dice que hace 20 días tenían un caudal de 60 litros por segundo por segundo y ahora tienen la mitad por lo cual han tenido que reducir el abastecimiento y repartir en carrotanques a los barrios y veredas.

"Tocará morirnos de sed porque que vamos a hacer", dice con resignación Arturo Aguirre en la vereda de San Javier, que tuvo que regalar los pollos porque no tiene como mantenerlos.

El municipio de El Colegio, que produce energía para Cundinamarca, comenzó el racionamiento en los barrios porque la quebrada Santamarta está baja de agua.



En Viotá también hay racionamientos, el Río La Sanjuana está seco y la poca agua que tiene está estancada, por eso sus habitantes programaron una rogativa para este sábado "para que San Jacinto se dé cuenta como estamos y mi Dios nos ayude".

En Tocaima y Jerusalén, de los mas calurosos y secos de Cundinamarca, la situación no es mejor porque viven del agua lluvia. La gente procura no salir de su casas por las altas temperaturas.

El alcalde de Tocaima, Fernando Afanador, señala que hace 3 meses no llueve y sólo tiene un carrotanque para 10 veredas que carecen del líquido.

En Jerusalén casi todo el año han tenido dificultad. El ingeniero Gutiérrez de la Oficina de Planeación, cuenta que a excepción del casco urbano y dos veredas, el resto de las 16 veredas no tienen acueductos porque no hay fuentes de agua y allí se han muerto animales y se han perdido cultivos de maíz, mango y ahuyama.

Según un reporte reciente de las Empresas Públicas de Cundinamarca, 47 de los 116 municipios del departamento son vulnerables por riesgo de sequía ante lo cual el gobernador Álvaro Cruz se reunió esta semana con varios alcaldes para poner en marcha planes de contingencia.

Por desabastecimiento hídrico han sido atendidos los municipios de Quebradanegra, Lenguazaque, Jerusalén, la inspección de Cambao en San Juan de Rioseco y Puerto Salgar, donde reparten agua de carrotanques.

Este año se han atendido 12 emergencias por obstrucción de redes de acueducto y alcantarillado en Topaipí, Fusagasugá, Jerusalén, Guaduas, Silvania, La Mesa, Cáqueza, Guasca, Venecia, Anapoima, Anolaima y Nemocón.

También por desabastecimiento de agua hay dificultades en Caparrapí, Quebradanegra, Puerto Salgar y Lenguazaque, atendidos con carrotanques de Empresas Públicas de Cundinamarca, mientras que se deben reparar los acueductos de Granada, Cáqueza, San Bernardo, Quebradanegra, Anolaima y Silvania.